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Santa Rita se queda en el templo ante la amenaza de lluvia durante la procesión

La Banda de Música tuvo que darse la vuelta/Decepción de muchos feligreses que regresaron a casa con sus exvotos y cirios

La imagen de Santa Rita, adornada para salir en procesión, en la iglesia conventual de las agustinas INAKI ABELLA DIEGUEZ

Una enorme marea de fieles pretendía acompañar a Santa Rita en su recorrido por el centro urbano pero la procesión se suspendió en el último minuto ante la amenaza de lluvia. La Banda de Música de Vilagarcía llegaba al templo un cuarto de hora antes de la procesión pero tuvo que dar la vuelta sobre sus pasos.

Frustrados también muchos de los fieles que portaban cirios y exvotos para rogar el favor de la santa en el piadoso recorrido que iba a hacer por el centro de la ciudad. También en los puestos de velas se observaba la decepción por unas ganancias más bien escasas.

Miles de personas abarrotaron los alrededores del templo de Vista Alegre en Vilagarcía INAKI ABELLA DIEGUEZ

Pero aún así, la devoción por la abogada de los imposibles siguió intacta y el templo se mantuvo abarrotado por fieles que a cambio de una limosna recibían una estampita de la santa que el cofrade Juan se encargaba de rozar por el manto bendito de la abogada de los imposibles.

La santa italiana se venera en Vilagarcía desde hace siglos si bien la romería urbana que nació en torno a esta festividad comenzó a fraguarse hace unos 110 años después de unos acontecimientos ciertamente milagrosos que recibió por su gran fe la familia propietaria del palacio de Vista Alegre.

La fama de estos milagros se expandió como la pólvora y son hoy cientos, por no decir miles, los fieles de otras localidades de Galicia que participan en los actos litúrgicos y, obviamente, en la romería urbana que se celebra a orillas del río de O Con, donde no faltan ni el pulpo ni los tradicionales puestos de rosquillas.

La amenaza de lluvia obligó a suspender la procesión por tercer año consecutivo INAKI ABELLA DIEGUEZ

Pero el culto es el verdadero motor de esta fiesta, dedicada a la “abogada de los imposibles” y a la que los fieles imploran salud pero también suerte, paz y armonía en la vida. Los votos, por lo primero, es lo más visible en una capilla que ayer estaba repleta de claveles y rosas pero también exvotos de cera, figuras que los fieles ofrecen a la santa de Cassia para su intercesión ante la enfermedad que les aqueja.

Con todo no se puede obviar el proverbio de “Santa Rita, Rita, lo que se da, no se quita”, que dicen se corresponde con lo dicho por una zagala que había conquistado un novio y lo quería ya para siempre.

Como estos motivos, tantos otros, que la mayor parte de los asistentes guardan para su más absoluta intimidad y jamás han querido revelar.

Y son estas promesas las que convierten la devoción por Santa Rita en verdaderas manifestaciones de fe de Vilagarcía, no en vano se veneran tres tallas de la religiosa agustina, la original, de apenas 50 centímetros de altura y que llegó a Vilagarcía el 24 de junio de 1654 y otras dos, de principios y finales del siglo XIX, respectivamente, explica una de las religiosas antes de acudir a la sala de oración.

Una procesión que iba a salir después de las misas y en la que participaron los padres somascos Joao Felipe, sacerdote de Mozambique destinado en Santiago y Luigi Croserio, italiano que oficia en Caldas, en un templo que se quedó pequeño pese a las limitaciones que todavía se deberían observar por la actual evolución de la pandemia, aunque el fervor pudo más que la razón

Los fieles han pedido sobre todo que el próximo año puedan volver a disfrutar de la romería más multitudinaria que se celebra en el centro urbano, algo que no debería ser utópico, aunque haya señales muy negativas por la guerra en Ucrania, la evolución de la larga pandemia del COVID y el surgimiento de nuevas enfermedades que ya preocupan a las autoridades mundiales de la salud.

Los vilagarcianos todavía podrán mantener su sueño durante el día de hoy pues es festivo, una realidad que se hizo especialmente palpable a las ocho y media de la tarde con el espectáculo de bombas de palenque en homenaje a la santa de Cassia. Y frente al templo, las gaitas de Os Terribles y la infinita paciencia de Protección Civil que consiguió que todo se desarrollara con el orden previsto. Hoy toca disfrutar, un día más.

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