Las playas de A Illa tienen 50 toneladas menos de basura
La iniciativa se puso en marcha en 2019 a través de la Cofradía y cuenta con la colaboración de muchos visitantes del municipio

Tapa de mantequilla hallada en Cabodeiro. / A. G.
A. G.
Desde hace tres años, las playas de A Illa están un poco más limpias sin la presencia de plásticos contaminantes. En esa situación ha tenido que ver mucho un proyecto que nació desde la Cofradía de A Illa y que se extendió a través de las redes sociales. Basura Marina implica al pósito, a los vigilantes del mismo y a los visitantes del pequeño municipio que recogen restos de plástico y los depositan por las zonas por las que acostumbran a pasar los trabajadores de la cofradía dentro de sus tareas de control. Esos residuos acaban en un contenedor detrás de la lonja de A Illa antes de ser recogidos por una empresa autorizada en el tratamiento y reciclaje de residuos.
En estos tres años, de las playas de A Illa, a través solo del programa Basura Marina, se han retirado ya 50 toneladas de plásticos y otros elementos derivados de combustibles fósiles, una cantidad, explica el patrón mayor de A Illa, Juan José Rial Millán, “muy importante y que, al menos, es capaz de mantener las playas de este concello un poco más limpias y sin la amenaza contaminante que suponen estos materiales”. La mayor parte de los elementos retirados durante estos tres años han sido plásticos, restos de artes perdidas o abandonadas, ruedas que ejercían como defensas, pero el patrón mayor isleño también hace hincapié en un residuo demasiado habitual en el mar, las colillas de los cigarrillos. “Una sola de esas colillas contamina decenas de litros de agua y tarda en desaparecer varios años; es un residuo recurrente que encontramos en cada playa, o incluso, trabajando en el mar, y muchas veces, arrojado por personas que viven de lo que nos da el mar”.
Millán valora de forma muy positiva los resultados de Basura Marina, sobre todo por la implicación de los visitantes en la recogida de los residuos y de los trabajadores del pósito que, a mayores de sus tareas de vigilancia, “se esfuerzan en retirar todos estos residuos de las playas”. También recuerda que estos datos llegan después de haber pasado una pandemia en la que apenas se registró movilidad durante un tiempo considerable, por lo que “de no haber habido confinamientos, es muy probable que hubiésemos alcanzado esta cifra mucho antes”. De todas formas, el patrón insiste en que lo importante “es tratar de reducir la presencia de elementos contaminantes en las playas y que estas se encuentren limpias tanto para el marisqueo como para el baño”.
No resulta extraño para los marineros encontrarse todo tipo de plásticos mientras están faenando. Es el caso del isleño Manuel Cores, que trabajando en las inmediaciones de O Cabodeiro esta semana se encontró con los restos de un envase de mantequilla cuya fecha de caducidad era julio de 1988. No es el único hallazgo similar que ha realizado “rasteando”, ya que también la semana pasada se encontró una lata de refresco intacta, pero que lucía una promoción de Star Wars de 1996. Estos son solo dos ejemplos del problema que causan los plásticos en el mar. Ambos envases fueron entregados a los vigilantes del pósito.
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