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Las bicicletas toman las calles de A Illa

El proyecto comenzará a funcionar con la llegada del verano

El Concello ha acondicionado las calles para señalizar las ciclovías. Noé Parga

Uno de los grandes pasos para cambiar la movilidad de A Illa es la puesta en marcha de las ciclovías, una serie de viales en los que conviven vehículos, peatones y bicicletas con el fin de facilitar el desplazamiento por el interior del municipio. Aunque ya se habían instalado las señales verticales, alguna de las cuales acabó siendo bastante polémica, quedaba por colocar la señalización horizontal para delimitar los puntos por los que deben circular las bicicletas. En ese ámbito se encontraban trabajando ayer varios operarios, procediendo al pintado de los carriles bici por el casco urbano y por viales como el de A Franqueira, Cabodeiro o Testos.

Carlos Iglesias, alcalde de la localidad, reconocía ayer que la intención es que todo el servicio de bicicletas y ciclovías se encuentre funcionando durante el verano. Para ello tendrán que acabar de colocar las centrales de bicicletas y dotarlas de los vehículos necesarios, los cuales ya han sido adquiridos hace tiempo y se encuentran en el depósito municipal.

Iglesias insiste en que la intención de este proyecto, contemplado en el Plan de Mobilidade Urbana Sostible (PMUS), es “convertir las calles de A Illa en lugares mucho más amables con los peatones, cambiando la movilidad por completo”. Las ciclovías también tendrán sus normas que los ciclistas deberán respetar, tanto a la hora de preferencias de circulación como en los cruces con otros viales.

El servicio de bicicletas funcionará a través del préstamo de las mismas, mediante la emisión de una tarjeta de abonado, que será personal e intransferible.

Para la puesta en marcha de este tipo de movilidad, el Concello ha implementado una serie de actuaciones en el casco urbano tendentes a sustituir el automóvil por una movilidad mucho más benigna para el medio ambiente.

El proyecto también contempla la adaptación de 14 kilómetros de calles para poder moverse en bicicleta. Además, existirán tres rutas específicas, que suman unos 4.000 metros de longitud, distribuidas por colores. La ruta verde, de 2.470 metros de longitud (970 de coexistencia con peatones), atraviesa A Illa de norte a sur, con sus extremos en el edificio consistorial y la playa de Camaxe Pequeno.

La senda roja complementa el proyecto de “Camiño Escolar”, ya que comunicará la verde con el IES y será de apenas 200 metros. La última de las vías ciclables será la celeste, que comunicará la Casa Consistorial con el campo de fútbol Salvador Otero. En todas ellas, habrá tramos de convivencia con vehículos a motor.

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