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Un entretenido paseo para descubrir los tesoros más desconocidos de Meaño

Antigüedades de Meaño y procedentes de otras localidades gallegas se conservan en la tienda de Sineiro, que ayer cerró sus puertas | También vieron una colección de nidos

Recorrido por la zona de los molinos. | // FDV

Transcurrido el primer kilómetro por Seixiños, primera parada. Fue en la tienda de antigüedades de José Sineiro en pleno centro de Dena, un establecimiento que responde a un tesoro familiar cuyas piezas se podían ver por última vez -de ahí la fecha elegida por la organización para la ruta-. Y es que desde ayer lunes la tienda ha cerrado definitivamente sus puertas, por la inminente jubilación del propietario, a sus “66 años y 2 meses”.

Los senderistas recorren el camino al borde del río Chanca. | // FV TINO HERMIDA

A puerta cerrada, el público quedó cautivado por las maravillas de un viaje al pasado en pleno centro de Dena, ante el que nunca se habían parado hasta ese día. José Sineiro compartió con el público media hora ilusionante para ambos: él, por mostrar su tesoro afectivo; y el público por bucear en el interior de un santuario desconocido que maravillaba a cada esquina en que paraban los ojos.

Los caminantes disfrutan de uno de los túneles. | // FDV

Entre las piezas mostradas, un molde de hachas prehistórico, catalogado y datado por la Universidad de Santiago en el III milenio a. C. y que, refería el propietario, fue hallado en la falda del montículo de O Castro en Dena. Un hallazgo que acredita la existencia de un castro en el subsuelo de este enclave, y que delata toponimia y orografía.

José Sineiro muestra alguna de las obras de su tienda. | // FDV

Mostró asimismo puntas neolíticas meañesas, un bifaz tallado que se remonta más atrás en el tiempo, una pieza de madera de un antiguo retablo de la catedral de Ourense; algunas otras de porcelana de Sargadelos del siglo XIX; una “casulleira” (armario que guardaba la casullas sacerdotales) policromada de la Ribeira Sacra datada en el siglo XVIII; la primera licencia de carruajes en Dena, a modo de calesa y taxi de la época, datada en 1912; un “tobo” secular, a la sazón, mueble trabajado en el interior de un tronco a modo de pieza única; los primeros modelos de sulfatadoras de mochila en metal, antiguas cafeteras de establecimientos hosteleros, caja registradora, escafandra, una talla gótica… Cada pieza tenía su historia, y Sineiro disfrutaba explicándosela al público. “Este es un museo en el que un amante del arte querría pasarse una tarde entera”, comentaba uno de los senderistas.

Luego, regreso a la ruta, rumbo a la costa de Dena, con ligera incursión en Vilalonga, donde ofrecían el segundo alto: la visita a la telleira de A Fianteira. Ahí, el segundo tesoro: la colección de nidos de pájaro del finado profesor José Manuel Hermida y que se guarda en urnas.

Una caminata para revindicar el Día de la Mujer

Por la rivera del río Chanca transcurría la otra iniciativa. Era la ruta organizada por el concello, que respondía a la suspendida el pasado el 12 de marzo, cuando Día Internacional de la Mujer. Se trató de ruta lineal, que partía a las 11 de la mañana desde el área recreativa de Os Pasales (Dena). En los prolegómenos se entregaban sendas camisetas violetas conmemorativas de la efemérides aplazada a los 17 senderistas, para recorrer con ella la senda del río Chanca hasta el enclave del muiño do Ferreiro en Lores. La humedad de la hierba a lo largo del tramo, por la lluvia caída durante la mañana del domingo, se compensó con el avituallamiento que el concello entregaba al final a la llegada a Lores, entrega en la que participaba también el propio regidor Carlos Viéitez. Los participantes mostraron su satisfacción al haber cumplido con el compromiso de reivindicar los derechos de las mujeres.

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