Fue uno de los muchos proyectos a los que la pandemia ha pasado cierta factura, aunque la intención es recuperarlo cuanto antes. La ruta del mirador de Lobeira, que unirá la ensenada de O Esteiro con la principal atalaya de Vilanova está siendo tramitada por la Consellería de Medio Ambiente con el objetivo de que pueda ser una realidad en los próximos meses.
Diseñada por la historiadora local Alicia Padín, la ruta de Lobeira cuenta con una serie de puntos fuerte entre los que destacan su alto contenido natural y cultural. En ella se pueden encontrar desde restos arqueológicos e históricos en Monte Lobeira a patrimoniales y etnográficos, como son losa propios molinos de Currás. Además, aúna cuestiones como su originalidad, al tratarse de una ruta que va a permitir conocer los núcleos rurales de Vilanova y un nuevo punto de vista sobre la Ruta Mar de Arousa; contribuiría al desarrollo de las áreas rurales y al intercambio cultural entre la población local y los peregrinos, ya que ha sido diseñada para que estos la recorran en forma de pequeño desvío que les permita contemplar todo el atractivo de la ría de Arousa.
Se va a desarrollar en vías públicas existentes y pude resultar atractiva para complementar con municipios limítrofes que lindan con Vilanova y con el Monte Lobeira. El presupuesto estimado para hacer realidad este proyecto sería de apenas 50.000 euros que el Concello espera que puedan ser aportados por otra administración, especialmente la Consellería do Medio Ambiente.
Ese coste serviría para afrontar el acondicionamiento de los caminos existentes y para la instalación de la señalización necesaria, ya que se pretende convertir en un punto a visitar por los peregrinos. También tiene el objetivo de servir de alternativa al uso del automóvil por parte de los vecinos para acercarse al casco urbano, permitiendo un fácil acceso a Vilanova desde parroquias como András a pie o en bicicleta.
No en vano, el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, destaca que una senda como esta, que circulará por los márgenes del río Currás desde su desembocadura hasta su nacimiento “va a resultar clave para identificar la existencia de vertidos a un cauce fluvial muy sensible”. No en vano, el río Currás acaba desembocando en la ensenada de O Esteiro, una de las zonas marisqueras más importantes y productivas para la Confraría de Vilanova.
Lugares de interior
La ruta pasará por un buen número de lugares del interior de Vilanova, ya que arrancará en las inmediaciones del albergue de peregrinos situado en el Multiusos para atravesar los núcleos de población de Currás,Tarrío, Ousensa, A Chucha, Tapadelo, Abeleira y A Manga. Próximos a esos lugares se encuentran puntos patrimoniales muy importantes, como es el caso del pazo da Rúa Nova, cruceros y lavaderos. También existen en ese camino varios molinos de río, entre los que destacan los de Currás, totalmente rehabilitados para imitar el funcionamiento que tenían hace más de medio siglo. No son los únicos, ya que existen otros, algunos de ellos en ruinas que el Concello de Vilanova no descarta recuperar en el futuro, dependiendo siempre del atractivo que despierte la ruta a Lobeira.
De llevarse a cabo, la ruta se unirá a todas las que recorren el litoral de Vilanova, la mayor parte de las cuales, están vinculadas a la Variante Espiritual. El alcalde vilanovés insiste en que la puesta en marcha de esta ruta es “una apuesta más por fomentar el turismo de naturaleza, tan demandado antes de la pandemia pero que se ha convertido en el mejor reclamo para un municipio después de haber pasado el coronavirus”.