Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un dique que corta el Umia para garantizar agua a A Toxa

La obra provoca malestar entre los vecinos de Ribadumia por el impacto que provoca en el cauce del río en una zona muy sensible

Represa ubicada en el Umia a su paso por Cabanelas. Iñaki Abella

Acostumbrado a soportar agresiones de todo tipo, el Umia lleva años sufriendo una que parece casi imperceptible pero que, para los vecinos causa un importante impacto en el principal cauce fluvial que atraviesa la comarca de O Salnés. Se trata del dique o presa que existe en Cabanelas para suministrar agua potable a las urbanizaciones de A Toxa, una construcción que, en épocas de sequía, supone un serio problema para el paso del agua y que, en épocas de crecida, se convierte en un riesgo para las actividades que se desarrollan río abajo, ya que gran parte de la infraestructura acaba siendo arrastrada por la corriente.

Los gestores de la comunidad de aguas de la isla de A Toxa han vuelto a solicitar a Augas de Galicia una ampliación de esta represa, algo que no ha sentado nada bien en Ribadumia, donde han comenzado a escucharse voces contrarias a una autorización de este tipo. No en vano, las obras acostumbran a ejecutarse con maquinaria pesada y acaban provocando cambios en el río, afectando a las actividades que se desarrollan en la zona, como la pesca, el piragüismo, o incluso, el baño. “Cada vez que se acomete una obra en esa represa, el río lo nota, detectándose mortandad de peces y un descenso en el nivel del agua muy importante cauce abajo”, explicaba ayer un vecino de la zona. Además insisten en que las administraciones también deberían presentar alegaciones, especialmente el Concello de Ribadumia, ya que el dique se encuentra a menos de medio kilómetro de distancia de la playa de Cabanelas, uno de los lugares de esparcimiento más importantes del municipio.

Una parte importante de las urbanizaciones de A Toxa reciben el agua de la toma que existe en Cabanelas pero “lo lógico es que se suministrara a través de la red de la Mancomunidade, que es la que lleva el agua a O Grove, no puede ser que, para una comunidad tan pequeña, que ni siquiera está habitada todo el año, se destroce de esta manera un cauce fluvial con una riqueza natural tan importante y sensible como tiene el Umia”, explican. La represa lleva años instalada ahí, siendo “retocada” cada cierto tiempo. La última vez que se registraron obras en ella fue en agosto de 2019.

Las obras solicitadas por los gestores de la red consisten en la construcción de una represa con superficie de 40,10 metros de longitud y 29,30 de ancho, con escollera y con una altura máxima de 1,80 sobre la rasante. La actuación incluye la ubicación de bloques de 500 kilogramos. La obra tendrá un canal central para la bajada de aguas. La existencia de la represa tiene como objetivo, por un lado, la acumulación de agua para garantizar el suministro, pero también la de evitar la salinización de la captación de agua para el abastecimiento de la isla de A Toxa. La presentación de las alegaciones puede realizarse en las oficinas del Concello de Ribadumia, para lo que hay habilitados 20 días naturales.

Compartir el artículo

stats