Es una simple pasarela de madera y metal, pero supuso un importante cambio para la fachada marítima del municipio, ya que significó el despegue del turismo en la zona, con la llegada de la Variante Espiritual, la creación de numerosas sendas y la apertura de un buen número de negocios en torno a ella. Quince años después, cumplidos en este mes de abril, el Concello de Vilanova rememora lo complicado que fue conseguirla por la gran cantidad de trámites burocráticos que tuvo que superar.
La historia arranca un 28 de diciembre de 2005, cuando se contrata la redacción del proyecto por 12.000 euros. Con 176 metros de longitud, tres de ancho, doble fila de pilotes cada 12 metros y una distancia a la lámina de agua de cuatro metros en su parte central, no sería hasta marzo de 2006 cuando se pusieron en marcha las gestiones administrativas.
Durante seis meses, el Concello de Vilanova tuvo que recabar informes favorables de cinco consellerías (Medio Ambiente, Pesca, Medio Rural, Política Territorial y Presidencia) y tres ministerios (Medio Ambiente, Fomento y Defensa, este último, con informes de los militares incluido).
Javier Piñeiro, técnico municipal responsable de la tramitación, recuerda que “con las vacaciones de Semana Santa y verano por enmedio había que conseguir quince informes y autorizaciones de esas ocho administraciones, entre ellos, la Dirección General de la marina mercante, el Instituto Jurídico de la Armada (Cartagena) o el Instituto Cartográfico de la Marina (Cádiz)”. Aquello fueron meses “muy intensos porque íbamos con el tiempo muy justo para reunir toda la documentación antes del plazo señalado para la solicitud de la subvención de los fondos europeos”. Con todo conseguido, todavía hubo que cambiar el gálibo del puente a instancias de la Cofradía para que pudiesen pasar embarcaciones. Finalmente, todo se presentó en tiempo y forma, recibiendo una subvención de 250.849 euros, siendo el coste total del proyecto de 523.846 euros. El 11 de noviembre se firmaba el contrato con la empresa adjudicataria de la obra y un mes después se iniciaban las obras.
Morgade: “Esta obra unió el paisaje natural con el casco urbano”
La edil de urbanismo, Nuria Morgade, apuntaba ayer que la actuación de la pasarela “no se puede entender como una actuación aislada, sino que formó parte de una serie de actuaciones tendentes a modernizar la fachada litoral”. En el caso de la pasarela, esta infraestructura “es responsable de haber unido el paisaje natural de la costa de Vilanova con el casco urbano, además de revalorizar un entorno como O Ariño al que casi nadie iba”. El Concello tiene previsto celebrar varios actos en la pasarela para recordar los 15 años de su construcción.
