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La pousada de Meaño ya admite reservas para el próximo fin de semana

El establecimiento lleva una década cerrado al público

Exterior de la pousada de Meaño, ayer INAKI ABELLA DIEGUEZ

Ya falta menos para ver abierta la pousada de Meaño. La página web oficial del grupo Hotusa que comercializa este hotel, Eurostars Hotel Company, ya admite reservas por internet para este establecimiento de cuatro estrellas situado en una colina de la parroquia de Cobas. El coste de una habitación para dos personas, en régimen de alojamiento y desayuno, se sitúa entre los 100 y los 130 euros la noche.

Fuentes consultadas indican que la Diputación de Pontevedra también ha entregado a Hotusa la pousada de Ribadumia, si bien en este caso un simple examen al estado exterior del edificio muestra que su apertura probablemente aún se demorará algún tiempo. De hecho, en estos momentos aún no es posible reservar habitación en la pousada de Ribadumia en la web, ni siquiera para verano.

El de las pousadas fue uno de los proyectos más ambiciosos, y controvertidos, del anterior presidente de la Diputación, Rafael Louzán. Se construyeron cuatro hoteles de cuatro estrellas, en A Lanzada, Armenteira, Cobas y Ribadumia, y aunque los dos primeros abrieron poco después de terminar las obras, la situación se complicó con los establecimientos de Meaño y Ribadumia. Tanto es así que llevan más una década cerradas.

Una habitación de la pousada de Meaño. | // EUROSTARS HOTEL COMPANY

La intención inicial del grupo Hotusa ya pasaba por abrir las dos pousadas pendientes durante la pasada Semana Santa, pero finalmente renunciaron cuando se convocó la huelga de transportes. Fuentes consultadas señalan que el grueso de los trabajos de puesta a punto ya están finalizados y que se han hecho las correspondientes pruebas técnicas, con lo que la inauguración ya no se demorará demasiado.

Las pousadas fueron inicialmente cuestionadas por el sector privado, al tratarse de hoteles de alta gama cuya construcción se financió con dinero público para posteriormente ceder la gestión a una empresa privada. Pero el proyecto prosperó con el argumento de que eran alojamientos completamente accesibles, lo que abriría las puertas del turismo a personas con discapacidad o movilidad reducida. Posteriormente, la controversia se debió a que los costes se dispararon muy por encima de lo esperado, y a la aparición de irregularidades.

Fachada de la pousada de Ribadumia, ayer INAKI ABELLA DIEGUEZ

Daños por falta de uso valorados en 150.000 euros

La pousada de Ribadumia es de algún modo un símbolo, no en vano es el municipio donde está empadronado el impulsor del proyecto, Rafael Louzán, que en 2015 fue apeado de la Diputación por la socialista Carmela Silva. Quizás por ello, cuando la actual presidenta de la Diputación quiso desgranar las irregularidades administrativas y las obras mal hechas que había heredado de las pousadas, localizaba la mayor parte de las mismas en Ribadumia. La obra de este hotel concluyó en 2012, pero nunca llegó a funcionar como tal. En realidad, solo abrió sus puertas para una serie de televisión. Con el paso de los años, el deterioro por la falta de mantenimiento y habitabilidad se hicieron evidentes, tanto que en enero de 2020 la Diputación tuvo que aprobar trabajos de puesta a punto por valor de 150.000 euros. Ahora, la nueva etapa se vislumbra más cercana.



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