La Organización de Productores Pesqueros Parquistas de Carril (OPP-89) reivindica tanto la calidad de su producto como el duro trabajo que realizan sus socios. Y estos hacen lo propio, esgrimiendo que, como sucede a muchas cofradías de pescadores y agrupaciones de marisqueo a pie y a flote, “nosotros también sufrimos la presencia masiva de algas en algunas ocasiones, por lo que también tenemos que eliminarlas, aunque no veamos la necesidad de estar quejándonos permanentemente”.
Los integrantes de este colectivo, capitaneado por José Luis Villanueva, explican así que “el trabajo del mar puede ser duro para todos, aunque con la diferencia de que mientras unos nos dedicamos a trabajar sin descanso para sacar el máximo rendimiento posible a nuestros viveros, otros se lo toman más a la ligera y solo están a expensas de ver si reciben una u otra subvención”.
Lo cierto es que los parquistas consultados ayer abundan en esto para decir que “cuando hay mortandad en el río Ulla a causa de las riadas también nos afecta a nosotros, al igual que nos afectan parásitos como la Marteilia y, ahora, los mantos de algas que cubren nuestros parques y matan nuestros bivalvos si no las retiramos a tiempo”.
Pero, insisten, “frente a esto solo cabe reponerse y seguir trabajando, realizando limpiezas permanentemente, además de sembrar, arar el terreno para oxigenarlo y todo lo que sea preciso”.
Porque tampoco se olvidan de sus planes de lucha contra el furtivismo, del tendente a combatir a los depredadores marinos ni del proyecto para habilitar su nueva sede en una nave de la Autoridad Portuaria de Vilagarcía, a modo de centro de interpretación y promoción turística.
Es así, en definitiva, “cómo se consigue que nuestra lonja sea una de las más importantes de Galicia y que la OPP-89 no deje de ganar reconocimientos a nivel nacional e internacional”, presumen los parquistas.
