1,5 millones de euros para 19 kilómetros

La antigua carretera comarcal C-550, ahora PO-548, es uno de los viales estratégicos de la provincia, sobre todo para la comarca de O Salnés y los municipios del Ullán.

Es, del mismo modo, uno de los trazados más concurridos y, en ocasiones, de los más masificados y peligrosos, ya que atraviesa una buena cantidad de núcleos poblaciones y está salpicado por cientos de intersecciones.

De ahí la importancia de la ambiciosa transformación que pretende introducir la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade en este vial, dado que quiere reponer el deteriorado firme, adoptar medidas de seguridad vial –sobre todo tendentes a reducir la velocidad de los vehículos– y, a la postre, modernizar todo el trayecto.

Sale esto a relucir ahora que la Xunta anuncia que son diez las empresas interesadas en hacerse con esta obra, para la cual habilitó un presupuesto de más de 1,5 millones de euros y a la que se marca un plazo de ejecución de seis meses.

Quiere esto decir que, si el proceso de adjudicación no se tuerce, la PO-548 podrá estar totalmente remozada este mismo año, entre su punto kilométrico 0, en Pontecesures, y el 19+100, correspondiente a la rotonda de O Ramal, que da acceso a la zona portuaria de Vilagarcía.

Dicho de otro modo, que se prepara una esperada transformación en un corredor fundamental que discurre por los dos municipios citados, Valga y Pontecesures, dando servicio director a decenas de miles de arousanos y turistas. Como también a infinidad de empresas de todo tipo y a las comarcas vecinas de Barbanza (Arousa Norte), Sar, Santiago y Caldas.

¿En qué consistirá exactamente la mejora? Infraestruturas detalla que “en la reparación del firme mediante el fresado y reposición de las zonas deterioradas”, dando paso a la aplicación de “una nueva capa de rodadura”.

También en la reposición de la señalización horizontal, trazando nuevas “líneas continuas, discontinuas, símbolos, cebreados y resaltes”. A este respecto, en varios tramos se dispondrá doble línea continua, y en otros “se disminuirá el ancho de los carriles, estableciendo una zona central que se cebreará”.

No faltará el adecentamiento de las intersecciones, “para facilitar los movimientos de incorporación o abandono y posibilitar cambios de sentido”.

Lógicamente, esta mejora se complementará con otra prevista por la Xunta, como es la dotación de aceras en un tramo crítico de la PO-548 a su paso por Catoira.

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