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Rías Baixas, paso firme hacia las 5.000 hectáreas

El Consello Regulador confirma el alto ritmo de plantación en O Salnés, O Condado y Ribeira do Ulla

Una de las plantaciones más espectaculares de cuantas pueden verse en Vilagarcía, en la zona de Cornazo. Al fondo, Lobeira. | // M. MÉNDEZ

Ya hace mucho que no se trata solo de un puñado de viticultores y bodegueros con una aceptable cantidad de fincas claramente representativas del minifundismo que siempre caracterizó a Galicia. Rías Baixas se ha consolidado claramente como un Denominación de Origen Protegida (DOP) puntera en España, de ahí que no deje de crecer en superficie, producción, exportación y prestigio.

Un avance imparable que en el horizonte de 2026 puede hacer que esta marca de calidad ampare y proteja a unas 4.800 hectáreas de terreno, frente a las 4.184 que estaban plantadas y reconocidas en la vendimia de récord del pasado ejercicio, o las 4.204 registradas el pasado mes de febrero.

Cepas recién plantadas en Berdón, Vilagarcía. | // NOÉ PARGA

Una progresión que los responsables del Consello Regulador, presidido por Juan Gil de Araujo, no dejan de destacar. Y que bien puede calificarse como brutal.

FARO DE VIGO ya avanzó en los últimos meses la llegada a Galicia de marcas de renombre internacional que quieren apostar por el albariño e incorporarse a Rías Baixas.

Al igual que dio cuenta de un significativo aumento de plantaciones en lugares como Vilagarcía, Vedra o Boqueixón, dejando patente la creciente expansión de algunas de las bodegas más importantes de esta marca de calidad.

Ahora cabe incidir en ello porque las nuevas plantaciones siguen avanzando con paso firme en las cinco subzonas productoras de Rías Baixas, aunque de manera especialmente significativa en las de O Salnés, Condado y Ribeira do Ulla.

No es fácil conocer datos exactos a estas alturas, pero sí pueden hacerse estimaciones muy aproximadas, atendiendo, por ejemplo, a las solicitudes de autorización de plantación acogidas al Real Decreto que las regula, y que se conceden a través del Gobierno central previa solicitud desde la Consellería de Medio Rural.

Las plantaciones van en aumento. M. MÉNDEZ

No es un trámite sencillo, como lo demuestra el hecho de que en el último año, por ejemplo, solo hubiera 990 hectáreas para toda España. En 2016 se solicitaron 32 para Rías Baixas y le fueron concedidas 11, mientras que en 2017 había 79 hectáreas pedidas, y se recibieron permiso 19.

Para que se entienda mejor: desde 2016 se concedieron a esta Denominación de Origen 147 nuevas hectáreas, de las que están plantadas 57,2. Las demás se plantan en la actualidad están a punto de hacerse realidad.

Asimismo, se puede plantar por la vía de la conversión. Es decir, que los que antes eran derechos de plantación adquiridos pueden convertirse en concesión, lo que supone 173 hectáreas más, 135 de ellas ya plantadas.

Replantación

Incluso hay una tercera fórmula, como es la de replantación. Esto significa que pueden arrancarse cepas en un sitio y plantarlas en otro, en este caso con 533 hectáreas tramitadas, de las que 302 ya son realidad.

Los viñedos de Pazo Baión, en la actualidad. M. MÉNDEZ

En resumen, que sumando estas tres posibilidades, desde 2016 hay 853 nuevas hectáreas permitidas y 494 de ellas ya están plantadas, figurando 214 como inscritas en Rías Baixas y la restantes, con permiso para hacerlo.

“Tienen dos años para inscribirse en el Consello Regulador, por lo que, a grandes rasgos, podemos decir que en el año 2026 podrá haber inscritas unas 4.800 hectáreas”, sentencia Ramón Huidobro, el gerente de Rías Baixas.

De este modo se explican plantaciones tan importantes como las que está realizando Lagar da Condesa en Berdón y Guillán, o como las existentes en otros puntos de Vilagarcía como Castroagudín, Santa Mariña y Cornazo.

Una de las nuevas plantaciones de Vilagarcía. | // M. MÉNDEZ M. MÉNDEZ

“Es un sector dinámico que ahora genera mayor atractivo y resulta más viable”

El presidente del Consello Regulador de la DO, Juan Gil de Araújo, destaca el enorme potencial de esta marca y su indudable crecimiento en los últimos años, aprovechando para decir que la visita a plantaciones y bodegas es una opción altamente recomendable en Semana Santa, aprovechando la Ruta do Viño Rías Baixas.

Algo en lo que coincide el propio gerente, Ramón Huidobro, sabedor de que esta DO “siempre estuvo en crecimiento, aunque fuera a un ritmo más lento e incluso registrándose un proceso de abandono de fincas”.

Como también sabe que el vitivinícola es “un sector dinámico que ahora genera mayor atractivo y resulta más viable, de ahí el enorme interés que está despertando y el aumento del número de plantaciones”, reflexiona.

Esto lo lleva a decir que el modelo productivo ha cambiado sustancialmente y que el sector “también genera más valor a la tierra”.

Lo dice desde el convencimiento de que “esa es la riqueza que no dejan de generar viticultores y bodegueros, que son los verdaderos artífices de todo esto; 5.000 familias que han dado proyección a Rías Baixas y a toda Galicia a partir de la sostenibilidad medioambiental y el desarrollo social y económico”.

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