El alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, se puso ayer en contacto con la directora general del Instituto Social de la Marina, Elena Martínez, para interesarse sobre la situación de los vigilantes de seguridad del centro de Bamio, que llevan cuatro meses sin cobrar y sumidos en una incertidumbre que se ha agravado ahora que el ISM ha rescindido el contrato a Mersant, ya que no ha adjudicado el servicio a otra empresa que subrogue a los trabajadores.
Los vigilantes continúan yendo a su puesto de trabajo, pues la única prueba de la que disponen sobre la finalización del contrato con Mersant es un escueto mensaje de correo electrónico impreso del director del centro de Bamio. “No estamos despedidos ni tenemos comunicación oficial de la empresa”, defiende el delegado sindical, Miguel González. Están acudiendo a trabajar acompañados de testigos.
Contratar conserjes, no vigilantes
La directora general del ISM trasladó al alcalde que se abonarán las nóminas atrasadas con cargo al aval de la empresa y a las facturas pendientes con ella. Pero el problema es que Martínez no garantiza el futuro laboral de la actual plantilla, ya que la intención inmediata es contratar conserjes, por lo que los vigilantes denunciarán al ISM ante el Ministerio del Interior por supuesto incumplimiento de la Ley e Seguridad privada.
Abaratar costes prescindiendo del personal actual
El alcalde Varela se puso ayer en contacto con el representante de Alternativa Sindical para trasladarle las novedades después de hablar con la directora general del ISM. Según explica Sindo Cancelo, la intención del Instituto Social de la Marina es realizar un nuevo contrato exclusivamente para conserjes. “Si sacase ahora un contrato para vigilancia de seguridad la empresa tendría que subrogar al personal actual, pero según nuestro convenio colectivo a nivel estatal, si pasa un año ya no tiene obligación de hacerlo, por lo que abarataría el servicio, ya que no asumiría trabajadores con antigüedad, alguna desde 1993”, explica el miembro de la ejecutiva provincial de Alternativa Sindical.
Cancelo está convencido de que “lo que quiere hacer el ISM es abaratar algo en contra de la ley porque los conserjes no pueden encargarse de los sistemas de seguridad ni de los controles de acceso”. De ahí que el sindicato ya esté preparando las denuncias contra el Instituto ante el Ministerio del Interior.
La plantilla se siente “engañada” por distintos responsables del ISM y tiene serias dudas sobre los plazos y la gestión que se hará sobre los pagos atrasados de sus salarios. “Todo esto tiene un trasfondo malo, turbio. No sé si quieren suprimir el servicio de seguridad, pero sí al menos reducirlo”, lamenta el delegado sindical y trabajador en Bamio, Miguel González.
