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Cuando la brecha digital obliga a "mendigar" wifi para poder estudiar en igualdad de condiciones

La conexión a internet aportada por el Gobierno a una niña de Cambados expiró en tan solo seis meses

El portátil que usa, ayer en la biblioteca Luís Rei de Cambados. Iñaki Abella

Hace seis meses se produjo uno de esos días de felicidad en una casa de Cambados. Recién llegada para cursar estudios al IES Faro das Lúas en Vilanova, la joven María (nombres figurado), fue una de las estudiantes que recibió uno de los kits digitales, compuesto por ordenador, router y conexión wifi dentro de la política de digitalización escolar que están llevando a la práctica tanto el gobierno central como el autonómico.

La entrega de los equipos tecnológicos no se hizo al azar. Los estudiantes que podían disponer de esa posibilidad eran solo aquellos que respondían a unos criterios basados en los recursos económicos de su familia. Todo con el objetivo de facilitar su desarrollo académico en igualdad de condiciones y reducir la “brecha” digital.

El de María es uno de los 14.500 portátiles repartidos al amparo del convenio con Red.es y financiados por la Xunta y el Gobierno central y que llegaron en 2020 al IES Faro das Lúas para ser activados en septiembre, fecha en la que les fueron entregados a los alumnos en el instituto de Vilanova.

La madre de María y de su hermano Mario de 20 años subraya que está divorciada y que solo percibe una prestación por desempleo, por lo que asumir el pago de una suscripción a internet en su domicilio es un esfuerzo que ahora mismo “no puedo asumir”. Por ello, la caducidad del bono escolar a internet de seis meses que incluía el ordenador le supuso un trastorno de considerables dimensiones.

"Es inconcebible que se entregue un ordenador digital y un servicio de internet por solo seis meses cuando el curso escolar dura nueve"

Madre de la estudiante cambadesa

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Apunta la madre que “en ningún momento nadie nos dijo que la conexión al router sería por seis meses y en el instituto tampoco lo sabían”, explicaba ayer con indignación a consultas de FARO. Fue más allá en su queja al destacar que “es inconcebible que se entregue un ordenador digital y un servicio de internet por solo seis meses cuando el curso escolar dura nueve. No tiene ningún sentido alguno”.

Desde hace menos de un par de semanas, el apagón digital al que se ha visto obligada María se ha convertido en una búsqueda de soluciones insospechadas para poder encontrar esa señal con la que tener la conectividad necesaria para hacer los deberes. “Muchas tardes va a casa de mi hermano hasta que termina allí las tareas y otras veces tenemos que buscarnos alguna fórmula para poder tener las mismas oportunidades que tienen los demás estudiantes”, apunta la madre.

La búsqueda de soluciones a la falta de conectividad también fue emprendida de manera particular por la familia. “Yo misma contacté con la Xunta. Quedaron en que me llamarían, pero no he tenido más comunicación por parte de nadie. Creo que es muy injusto y solo pedimos lo que creemos que es el derecho a poder estudiar”, apunta la progenitora de María.

Vilanova, lugar donde está ubicado el IES Faro das Lúas, cuenta con wifi municipal en todo su territorio, pero María y su familia residen en Cambados, donde no la hay

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A esta situación cabe añadir la circunstancia de que Vilanova, lugar donde está ubicado el IES Faro das Lúas, cuenta con wifi municipal en todo su territorio, pero María y su familia residen en Cambados, donde no la hay.

La madre explica que su hija se matriculó en un instituto de un municipio distinto al del hogar habitual fue por conciliación. “Yo estaba trabajando como fija discontinua en una empresa de Vilanova y por cercanía a nuestro domicilio nos interesaba más matricularla en el Faro das Lúas, y por eso lo hicimos”.

Desde que la señal del router cedido dejó de emitir, la pequeña María ha tenido que ser acompañada por su madre a varias cafeterías próximas a su casa muchas tardes para poder realizar sus deberes. También la biblioteca municipal Luís Rei de Cambados es otro de los lugares que se han convertido en visita habitual debido a su red abierta de wifi, así como por su idoneidad para el desarrollo de las tareas académicas. Porque lo único claro de todo es que María no se va a resignar a dejar de ser una estudiante de pleno derecho.

A la espera de una solución en el instituto

En el IES Faro das Lúas son también conocedores de la situación y ya se han iniciado las gestiones con la Unidade de Atención a Centros de Galicia para encontrar una solución a un problema impropio de la era digital en la que nos encontramos.

El hecho de que el ordenador de María pertenezca a un plan digital del Gobierno de España está dificultando aún más la llegada de alguna directriz a la que atenerse por parte del centro. De momento, la incertidumbre sigue siendo moneda de cambio a la hora de solucionar una desigualdad tecnológica que está afectando a una niña cambadesa que lo único que pide es poder estudiar en igualdad.

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