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Los piquetes paralizan el transporte en O Salnés

El Puerto de Vilagarcía vio reducida de forma considerable su actividad durante la jornada de ayer / Recurre a almacenar la mercancía a la espera de una solución / Las grandes empresas de logística de la comarca paran tras sufrir sabotajes alguno de sus camiones en la AP-9 y Astorga

Integrantes del piquete informativo de Catoira paran a un transportista en el día de ayer. | // IÑAKI ABELLA

La comarca de Arousa comienza a sentir los efectos de tres días de huelga en un sector clave como es el transporte. La jornada de ayer se caracterizó por la drástica reducción de camiones en las carreteras de Arousa, sobre todo, después de que más asociaciones hayan decidido unirse a las movilizaciones que se han impulsado desde la Plataforma Nacional en Defensa del Sector del Transporte. Los piquetes informativos también estuvieron presentes en la carretera, destacando el que se organizó en la PO-548 a la altura de Catoira, donde una treintena de personas paraba a los escasos transportistas que circulaban ayer para informarles de los motivos por los que se impulsaba la huelga. Camiones de la comarca, pertenecientes a las grandes empresas de transporte, sí sufrieron sabotajes en puntos relativamente lejanos, como Astorga o Sevilla, o se encuentran parados lejos de casa. La agresión más próxima se registró en la AP-9, donde le arrojaron un bote de pintura a un camión de una empresa de Vilanova.

El piquete de Catoira, que sería desalojado por agentes de la Guardia Civil por la tarde, fue el más espectacular, pero también los hubo en otros puntos, como la entrada del polígono de O Pousadoiro y en los accesos al vial del Puerto de Vilagarcía. Su presencia estuvo controlada por la Guardia Civil, aunque al cierre de esta edición no constaba que se hubiesen registrado incidentes importantes en toda la comarca.

La elección de Catoira para instalar un piquete no fue una causalidad. Por ese lugar pasa todo el tráfico pesado que sale de Vilagarcía hacia el norte y se tenía acceso a los vehículos procedentes de la comarca de Barbanza o desde Caldas. Durante las horas que permanecieron en la zona se paró a todo tipo de camiones, desde grandes vehículos hasta furgonetas de reparto, a las que se les explicaron los motivos de la huelga antes de dejarles continuar.

Entre los integrantes del piquete de Catoira reconocían que “nosotros solo queremos dar información a los compañeros de cuales son los motivos por los que estamos en huelga y les pedimos que den la vuelta para su casa o para su base; la verdad es que los compañeros lo están entendiendo bastante bien y la mayoría han optado por dar la vuelta, aunque siempre te encuentras con quien no se lo toma a bien”, señalan. El incremento del gasóleo es el elemento sobre el que fluctúa la protesta y el que todo el mundo ajeno al sector entiende, pero hay muchos motivos más que “queremos que se solucionen, como los peajes y cuestiones de nuestro trabajo que se deben cambiar”.

Entienden que muchos más sectores "se deberían unir a nuestras reivindicaciones, porque también están afectados"

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Solo por el gasóleo entienden que “se deberían unir a nosotros muchos más sectores, porque esto no es un problema solo del transporte, es de todos los autónomos que vemos como nuestro trabajo se convierte en inviable”. No es la primera vez que muchos de los transportistas que ayer se encontraban en los piquetes salen a protestar. Lo hicieron ya en 2008 y 2009, las anteriores huelgas del transporte por carretera “y volveremos a hacerlo cuando sea necesario”.

Es por ello que tienen muy claro que van a continuar con la huelga “hasta que la cuerda rompa por algún lado, porque tan solo en vender el camión ya nos hace perder dinero; todos los que estamos participando en esta huelga estamos muy concienciados y aguantaremos con ella el tiempo que haga falta porque nos va mucho en ella”.

La presencia de los huelguistas motivó que muchos camiones descartasen circular por las carreteras y esa decisión acabó provocando un serio problema en el Puerto de Vilagarcía que, ayer, se quedó prácticamente bloqueado, al salir apenas un puñado de camiones con diferentes mercancías. La mayor parte de esa actividad fue derivada de la llegada de un barco portacontenedores, varios de los cuales acabaron encontrando transporte para abandonar las instalaciones del Puerto de Vilagarcía.

Un camión traslada un contenedor en el interior del Puerto de Vilagarcía ayer. | // IÑAKI ABELLA

El presidente de la Autoridad Portuaria, José Manuel Cores Tourís, reconocía ayer que la situación “se está poniendo muy complicada, es cierto que no hay problemas de desabastecimiento en estos momentos, pero si esto se alarga en le tiempo, va a haber muchos problemas”. A la dársena vilagarciana arribaron en los últimos días varios barcos con urea o aluminio, productos que no han podido transportarse y que se están guardando en las dependencias de la rada. Por el momento hay espacio suficiente para guarecerlos, pero si la situación se alarga todavía más “vamos a tener muchos problemas”. Tourís reconoce que la situación que se está viviendo es preocupante sobre todo para sectores como el ganadero “donde ya comienza a haber escasez de cereal”.

Entre las grandes empresas de la comarca que se dedican al transporte se encuentra la catoirense Logística Gens que ayer decidió parar a toda su flota tras ver como dos de sus camiones sufrían daños importantes en Astorga. Desde la entidad explicaban que “teníamos varios camiones en tránsito que regresaban del extranjero y se han encontrado con esta situación”. Dedicada a todo tipo de transporte, desde paquetería hasta frigorífico, la empresa se encontraba ayer haciendo cálculos sobre como le va a afectar este parón. “Para nosotros, la situación es sumamente complicada, ya que contamos con 105 camiones propios y otros 40 y 50 asociados, así que ahora, además de afrontar el incremento de gasóleo que hemos experimentado, debemos hacer frente a un parón que nos deja sin ingresos para seguir pagando los salarios”, explicaba uno de sus responsables antes de asegurar que “la situación está siendo complicadísima y veremos como se acaba saliendo de ella”.

Otra empresa que está sufriendo en sus carnes el conflicto originado por la huelga es Transportes Estévez, ubicada en el Polígono de Baión. Con 25 camiones, los problemas para acceder al puerto de Vilagarcía les han llevado a parar su actividad. “Tenemos varios camiones parados en lugares como Sevilla, Barcelona o Arzúa, que se encuentran a la espera de poder regresar y, en la noche del pasado martes, en la AP-9, le arrojaron un bote a la cabina a uno de nuestros camiones, un acto que, afortunadamente, no tuvo mayor consecuencia que tener que pintar el camión, pero que pudo haber sido grave”, explican.

Un piquete informativo da el alto a un camionero en la PO-548 a su paso por Catoira en el día de ayer. INAKI ABELLA DIEGUEZ

Al igual que otras empresas de logística, desde Estévez inciden en que “nosotros tenemos gastos fijos a los que debemos hacer frente y, si estos se extiende demasiado en el tiempo, el golpe para nosotros puede ser definitivo, no podemos tener la empresa parada por mucho tiempo”. La subida del gasóleo ya supuso para la empresa un severo golpe pero, en su caso, “negociamos una serie de porcentajes de compensación con nuestros clientes para que los portes fuesen fluctuando en proporción a las subidas y bajadas del combustible; es por ello que, moralmente, nos sentimos obligados a trabajar porque nuestros clientes siempre asumieron ese incremento y se lo debemos, pero no nos están dejando”.

Además de estas empresas, Karlim, vinculada a Montiño, también vio como uno de sus camiones era atacado en Benavente el martes y a otro le rajaban todas las ruedas ayer en la zona de Vigo. La empresa también anunció su decisión de parar a la espera de que se resuelva la huelga. Muy cerca de donde se asientan las sedes de Estévez y Montiño, se encontraba ayer estacionado un camión de una empresa de Redondela a la que le habían lanzado un globo lleno de pintura roja en la cabina, sin causarle más daños.

La falta de transporte está provocando problemas de stock en muchas empresas, que no disponen de espacio suficiente para almacenarlo

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La falta de transporte también está generando problemas en las fábricas y empresas. Muchas de ellas se han encontrado con un stock de material inesperado al que tienen que encontrar ubicación porque los almacenes ya están llenos. De hecho, algunas fábricas ya han avisado a los trabajadores de que, si la huelga continúa durante varios días, tendrán que parar la actividad al ser imposible encontrar un lugar donde almacenar toda la producción.

Donde ya vienen alertando de la situación es en las empresas vinculados a la actividad extractiva de la ría de Arousa. En los muelles de la comarca la actividad de descarga de mejillón se ha ido reduciendo esta semana a la mínima expresión. El lunes, el sector descargó prácticamente sin problemas, pero el martes la actividad se redujo a la mitad y ayer, en un muelle de la importancia del de A Illa, no se llenó prácticamente ningún camión.

De hecho, varias depuradoras dedicadas a la transformación del mejillón y otros moluscos ya han anunciado su intención de cerrar sus puertas mientras continúe la huelga y el precio de los combustibles y la energía se mantenga desbocado. Muchas de ellas están esperando acontecimientos para tomar una decisión, algo que manifestaron en un reciente encuentro de la Asociación Galega de Depuradores (Agade), un encuentro en el que quedó patente la preocupación que existe en todo el sector.

Camión atacado con pintura en las inmediaciones de la capilla de San Simón, en Vilanova INAKI ABELLA DIEGUEZ

Vuelven a recurrir a camiones portugueses

Ocurrió ya el primer día, pero en la jornada de ayer resultó patente. Varias empresas, ante la imposibilidad de conseguir que camiones locales muevan su mercancía por carretera está recurriendo a la contratación de transportistas portugueses. La decisión no está sentando nada bien en los huelguistas ya que la flota portuguesa lleva años circulando con portes “tirados de precios y haciendo una competencia casi desleal a nuestro sector, y ahora, las grandes empresas lusas de transporte tratan de aprovechar la huelga y beneficiarse”. La presencia de camiones portugueses fue patente en lugares como el polígono industrial de O Pousadoiro y en las carreteras de la comarca durante toda la jornada y se espera que continúe durante toda la huelga.

Esta circunstancia no arredra a los camioneros que respaldan la huelga que están dispuestos a continuarla hasta que desde el Gobierno no se ofrezca una solución a la situación que están viviendo. Con los portes diseñados para un precio del gasóleo de entre 1,20 y 1,30 euros, el sector se ha encontrado de repente, a raíz del conflicto que se ha generado en Ucrania, con que el precio del combustible se ha disparado, convirtiendo su trabajo en inviable para sobrevivir y condenando a un buen número de autónomos y pequeños transportistas.

No están dispuestos a seguir trabajando a pérdidas y por eso han acudido a la llamada de la Plataforma Nacional en Defensa del Transporte, la entidad que ha convocado este parón, integrada por los pequeños y medianos autónomos del transporte.

El incremento del gasóleo no es la única cuestión que se encuentra encima de la mesa, pero ha significado un duro varapalo para los transportistas, que se han encontrado con que, solo en gasóleo, se van el 70% de los ingresos que generan, algo que “es totalmente inasumible para las pequeñas empresas y nos condena a la desaparición”.

La huelga ha ido in crescendo desde su inicio el pasado lunes hasta conseguir reducir a la mínima expresión el paso de camiones, haciendo ver a las administraciones la importancia de un sector al que siempre se le ha ignorado.


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