La camelia está de vuelta en el salón José Peña, de Cambados. La Asociación Ibérica de la Camelia inauguró ayer la quinta edición de una muestra internacional en la que se han dado cita 25 cultivadores, procedentes de diferentes localidades de Galicia, Portugal y hasta San Sebastián, desde donde se desplazó un matrimonio.
El presidente de la organización, José María Mouta Asorey, explica que la edición de este año no es competitiva por respeto a aquellos cultivadores que eran asiduos a la cita de Cambados, pero que este año prefirieron no acudir debido a la pandemia. Así las cosas, se sustituyó el tradicional acto de entrega de premios por un evento protocolario en el que se entregaron obsequios a todos los participantes en la muestra. Así, todos ellos recibieron un pin de plata con un baño de oro, así como unos lotes de conservas y vino albariño.
El acto sirvió también para estrechar los lazos entre las autoridades de Cambados y Celorico de Basto (Portugal), pues ambas poblaciones están vinculadas desde el inicio de este certamen de la camelia.
La muestra se inauguró para el público general a las 16.30 horas. La mayor parte de las mesas estaban decoradas con camelias japónicas o reticulatas, y destacaban mucho las presentaciones de las flores amarillas. “Es muy raro ver tantas camelias amarillas en una exposición”, resaltó Asorey.
La muestra se clausura hoy. Por la mañana, el salón Peña estará abierto al público entre las 10.00 y las 13.30 horas, y el horario de tarde es de 16.30 a 20.00 horas.
La de Cambados es la primera exposición de camelia de envergadura que se celebra en O Salnés desde el inicio de la pandemia. En la comarca arousana hay mucha afición por esta flor de invierno, como atestigua el hecho de que cuente con tres jardines botánicos dentro de la ruta gallega de la camelia -no hay ninguna otra comarca con tantos-, o que se celebren muestras en Cambados, Vilanova, Vilagarcía o Valga.
