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Cocaína en Arousa a 60 euros el gramo

Las fuerzas de seguridad alertan de que hay una sobreproducción de estupefaciente en el mundo y que eso repercute en Galicia

Alijo de cocaína intervenido a finales del pasado año. | // FDV

¿Cuánto cuesta un gramo de cocaína en la calle? La pregunta, que se formuló en “Atrápame se podes”, un popular concurso de la Televisión de Galicia, ha generado una controversia que ha llevado al ente público a pedir disculpas. Los guionistas dieron dos opciones a las concursantes: 6 o 60 euros. La respuesta correcta es la segunda, aunque con muchos matices, y de hecho tampoco resulta una tarea imposible conseguirla por 50.

“El mercado de la cocaína es ilícito, y por lo tanto no existe una tabla de precios como tal. Eso va en función de la oferta y la demanda”, explica un agente de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Cada cierto tiempo, los cuerpos policiales realizan una estimación del precio de los estupefacientes en la calle, con los datos que les proporcionan sus informadores o los propios investigados por delitos contra la salud pública. Según los más recientes, el gramo de cocaína cuesta unos 60 euros, y así figura en el último informe anual del Observatorio Español de Drogas y Adicciones, del Ministerio de Sanidad.

Si la pregunta se refiriese al valor por kilo, este rondaría los 33.000 euros, siempre sin cortar. “En el mercado final, una vez ‘cortada’, ese precio puede multiplicarse por tres o por cuatro”, añade el agente.

“El precio de venta en la calle suele ser bastante estable, lo que cambia es la pureza de la droga”, afirma un funcionario policial. Esto significa que en momentos en los que el acceso a esta sustancia es más fácil para los vendedores, la cortan menos (le incorporan menos sustancias para hacer más dosis), y cuando hay poca cocaína en el mercado, se adultera en mayor medida con aditivos y químicos.

El escenario actual es el primero. “En los dos o tres últimos años estamos viendo purezas de hasta el 80 por ciento, que es una barbaridad”, sostiene el agente.

“Hasta hace unos años, cuando incautabas una cocaína con una pureza del 60 por ciento, sabías que estabas ante una droga ‘buena’, pero lo más habitual era encontrar purezas de entre el 35 y el 40 por ciento”. Por eso, los porcentajes actuales son tan sorprendentes.

¿Y a qué se debe esta situación? El gerente de la Fundación Galega contra o Narcotráfico, Fernando Alonso, lo atribuye a la sobreproducción de cocaína en América Latina. “La producción se ha multiplicado por dos”. Alonso explica que Colombia produce en torno al 75 por ciento de la hoja de coca de todo el mundo -materia prima de la que se obtiene, más tarde, la droga-y que tras el desarme de las FARC emergieron toda una serie de nuevos cultivadores, lo que provocó que se disparase la superficie de tierra dedicada a la hoja de coca.

Fernando Alonso, gerente de la Fundación Galega contra o Narcotráfico BERNABE / CRIS M.V.

“En los dos últimos años se adoptaron medidas para reducir esa superficie de cultivo, pero aún así la producción sigue aumentando porque aunque hay menos hoja de coca hay más cocaína, porque las técnicas de producción mejoraron”, desvela el gerente de la FGCN.

Este es el origen de la cadena. El siguiente aspecto a tener en cuenta es que para los traficantes de Sudamérica el mercado europeo es aún más goloso que el de Estados Unidos, “y dentro de ese contexto, Galicia sigue jugando un papel protagonista junto a los puertos de Amberes y Rotterdam”, añade.

Eso provoca que en Arousa, “el mercado esté perfectamente abastecido”. Eso evita a narcos y camellos tener que dar el paso de subir el precio de las dosis. Aunque, como advierte Alonso, en los momentos de escasez lo que suelen hacer es cortar más la droga. Para ello, emplean sustancias que en algunos casos pueden incrementar vertiginosamente el riesgo para la salud de la cocaína.

“La cocaína es un veneno, pero se han encontrado partidas adulteras con polvos de talco, con tiza, con analgésicos, hasta con matarratas... una salvajada. En esos casos, son auténticas bombas”.

El gerente de la Fundación Galega contra o Narcotráfico advierte asimismo de que estas oscilaciones en la pureza de la droga pueden tener consecuencias fatales para los drogodependientes. “Si a un consumidor habitual que se ha acostumbrado a un número determinado de dosis para obtener el efecto psicotrópico que busca se le sube de repente la pureza de la droga, va a tener una reacción tremenda. Estas variaciones tan grandes en la pureza se traducen en muertes en el caso de la heroína. Con la cocaína pasa menos, pero te puede destrozar igualmente”, avisa.

Finalmente, Fernando Alonso ha tildado de “desafortunada” la inclusión de la pregunta sobre el precio de la cocaína en el concurso de la TVG. Pero no tanto por la pregunta en sí, puesto que la televisión ya ha pedido disculpas, sino porque bajo su punto de vista muestra un trasfondo sociológico preocupante. “Lo que nos dice esto es que a veces frivolizamos demasiado sobre el consumo de drogas. A nadie se le ocurriría plantear una pregunta similar en relación con la explotación sexual, por citar un ejemplo”.

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