El Entroido de O Grove finaliza mañana con el tradicional Enterro da Sardiña. Aunque este año será menos tradicional que en otras ocasiones, ya que se presenta un innovador modelo que incluye un original diseño de ese símbolo con el que se pone el punto final a la fiesta carnavalera.
Es el empresario y dj local Francisco Álvarez (“Pacucho”) el requerido esta vez por la concejala de Cultura, Noemí Outeda, para hacerse cargo de la celebración prevista para mañana.
Y él ha pensado en dar a este evento un toque diferente descartando utilizar la sardina que se quema habitualmente, elaborada en cartón a partir de un modelo por todos conocido.
El confinamiento por COVID
Ha pensado en “una silueta blanca ilustrada para la ocasión por un joven artista como Pablo Ozores (“Ozo”), nacido en el año 2000 y desde muy niño una persona inquieta y con un gran interés por la pintura”, aunque no empezó a explotar su pasión hasta el confinamiento decretado en 2020 a raíz del estado de alarma por la pandemia.
El propio joven explica que “de niño llegaba de la escuela y tenía que hacer cuatro o cinco dibujos, pues de lo contrario no podía irme a comer”. Y lo hacía “porque era una forma de expresar mi mundo interior, donde pasaba la mayor parte de mi tiempo”.
Ya en la adolescencia parece que abandonó el dibujo para centrarse en el mundo del marketing, sin dejar de lado su faceta más creativa.
Como se explicaba anteriormente, fue con el confinamiento, al verse obligado a pasar semanas encerrado en casa, cuando comenzó a pintar con asiduidad para después empezar a comercializar sus cuadros, así como los bolsos y prendas textiles que decora bajo la marca “Ozo Supply”.
Se formó en Berlín
Dicen de él que “en la persecución de sus sueños, Pablo ha pasado los últimos meses en Berlín trabajando con una diseñadora local, formándose en moda y buscando la forma de darse a conocer a un público mayor”.
Mañana será uno de los protagonistas del Enterro da Sardiña de O Grove, cuya comitiva fúnebre saldrá de la plaza de O Corgo a las 20.30 horas para recorrer las calles Pablo Iglesias, Castelao y Luis Seoane antes de regresar al punto de partida y efectuar la incineración.