Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

“La vida es hermosa pero se acaba”

Epitafio que dejó escrito el ilustre vilanovés Julio Camba

Esquela distribuida por el Ayuntamiento en 1962. | // FDV

En esta misma línea se pronunció el periodista Juan Viñas Mariño, en La Hoja del Lunes de Vigo. Subrayó que, con motivo del fallecimiento de Julio, Vilanova rindió homenaje a los hermanos escritores colocando una lápida en la casa de Vilamaior donde nacieron. En aquel emotivo acto tomó la palabra el marqués de Figueroa para decir: “Continua el pueblo de Villanueva en deuda con quien supo enaltecerla”. El sacerdote y poeta Faustino Rey Romero manifestó: “Cuando en los pueblos falta la gratitud, la caridad no existe y esta parroquia la tiene. Confiemos en la justicia que se le hará a quien supo engrandecerla y prestigiarla”.

Tres años después del homenaje, Viñas Mariño recelaba de que el Ayuntamiento quisiera o pudiera inmortalizar el legado de los hermanos escritores y se preguntaba: “¿Qué les queda a las generaciones venideras de lo mucho que por Villanueva de Arosa han hecho los hermanos Julio y Francisco Camba…?”

Uno de los mejores reportajes sobre el impacto causado en su pueblo natal por la muerte de Camba, lo firmó en El Pueblo Gallego el gran Francisco Cuco Cerecedo, entonces un joven reportero vigués casi desconocido. El periodista novel se acercó a Vilanova para pulsar la reacción de sus convecinos al día siguiente de su marcha. Se puso en contacto con algunos de los amigos más íntimos del escritor, pero, uno de ellos, Francisco Lafuente Torrón, que ya contaba 95 años, se encontraba enfermo. Otro al que no pudo entrevistar Cerecedo fue Pastor Pombo Ferro, pues se había ido a vivir a Zaragoza con su hijo, Guillermo, de cuya boda había sido testigo Camba en Madrid (julio de 1953).

Un amigo calificó a Julio Camba de sibarita y afirmó que era un gran aficionado al póquer

decoration

A quién sí entrevistó Cuco Cerecedo fue a José Rivero García, el cual le reveló al reportero que Julio había asistido a su bautizo en Buenos Aires. Rivero, cónsul argentino en Compostela, guardaba en su memoria muchos recuerdos de Camba y los fue desgranando en presencia de Cerecedo: “En 1927 comencé a tratar a fondo a Julio. Amistad continuada más tarde en Villanueva, Santiago y Madrid… Era un buen gastrónomo. Con tendencias al sibaritismo. También le gustaba mucho el póker. En Madrid tenía siempre su partida con distinguidas personalidades de las Artes, de la Política… Poseía muy buen carácter. Y de gran corazón…

[Julio] Era íntimo del torero Belmonte. Recuerdo una vez, cuando la muerte de Cándido Roig a consecuencia del estoque que se disparó durante la corrida celebrada en Coruña, que Belmonte aceptó dar otra corrida a beneficio de la viuda… Fuimos Julio, el Dr. Martínez Troncoso… alguno más y yo. Belmonte no expuso mucho. Estuvo mal. Y a la vuelta Julio Camba permaneció todo el tiempo disgustado y sin hablar palabra…” (La tragedia se produjo el 6 de agosto de 1934 en la plaza de Marineda).

Los funerales constituyeron una conmovedora manifestación de duelo popular

decoration

Una crónica de Benito Otero Chazo en FARO DE VIGO explicaba la impresión causada en Vilanova por el fallecimiento de Camba. …”Tu tierra natal, la que viera nacer asimismo, al glorioso Valle-Inclán, se conmovió ante la pérdida irreparable de uno de sus más queridos hijos que han sabido dar nombre a Galicia y a Villanueva de Arosa. Cuando todavía no se había borrado la huella dejada por el óbito de su hermano, Paco Camba… El ayuntamiento de la Villa, que ya tenía dedicada una placa en la casa donde los dos Camba habían venido al mundo estuvo representado en el entierro del insigne humorista ibérico y una monumental corona de flores naturales han dicho a los madrileños cuán profundo es el sentimiento de un pueblo que se sintió, cómo no, orgulloso de contar con él y otros hombres ilustres que se han ido”.

La Corporación Municipal de Vilanova, presidida por Cándido Touceda en 1962, editó una esquela con la efigie del escritor en portada y el hermoso poema Recordos en memoria del niño poeta que amó a su tierra y a sus gentes. Los funerales constituyeron una conmovedora manifestación de duelo popular. Así se recoge en la prensa de la época. Aquel filósofo celta que tachaba de fúnebres a todas las pompas se despidió de su mundo y dejó un epitafio escrito para siempre en las aguas plateadas de su amada ría:

“La vida es hermosa, pero se acaba”.

*Benito Leiro es Cronista Oficial de Vilanova de Arousa.

Compartir el artículo

stats