Su llegada al cargo, en noviembre de 2020, se convirtió en todo un acontecimiento. Una especie de revolución en el sector acuícola. Lina Solla Sanmartín se convertía en la primera mujer y la primera representante del sector de la depuración encargada de presidir el Consello Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Mexillón de Galicia.
Poco más de un año después se ve obligada a dejar el cargo por un formalismo técnico. Se va como llegó, sin hacer ruido, aunque detrás de su marcha haya más presiones de las que pudiera parecer.
La versión oficial es que deja la presidencia porque entró en el Consello Regulador como representante de la depuradora Linamar, la cual ha desaparecido como tal. Ha cambiado su razón social, una vez adquirida por la empresa Aguinaga.
Quiere esto decir que Lina Solla no puede seguir como integrante del pleno del Consello, al igual que en su día no pudo hacerlo el representante de Mariscos Antón, que también cambió el CIF de la empresa. Ocupando este puesto se colocó un miembro de la depuradora Barlovento, y en el sitio se Lina Solla se situará el representante de la firma Mares de Galicia.
¿Qué va a pasar ahora? Pues está por ver, ya que las negociaciones no serán fáciles, y la decisión final debe tomarla el pleno, en el que tienen el control los productores.
Una vez tome posesión el sustituto de Lina Solla habrá que elegir nuevo presidente, y el objetivo de la Asociación Gallega de Depuradores de Moluscos (Agade), que además parece lo más razonable, es que siga al frente de la DOP otro de sus representantes, como en su día sucedió con Lina Solla.
Pero para que esto suceda tiene que aceptarlo el sector productor, es decir, los bateeiros. Y entidades como la Organización de Productores de Mexillón de Galicia (Opmega) pueden poner trabas.
Su presidente, Ricardo Herbón, parece el principal obstáculo, sobre todo después de una reciente reunión en la que se enfrentó con dureza a la propia Lina Solla.
