Cuando los técnicos de la empresa Terravanza preguntaron a los cambadeses por sus principales problemas de movilidad, un lamento casi unánime fue el referido a las dificultades para circular y aparcar en verano, cuando la localidad se llena de visitantes. Por ello, desde el gobierno local se le indicó a la empresa redactora del PMUS (Plan de Mobilidade Urbana Sostible), que había que buscar ideas para priorizar a los residentes sobre los conductores foráneos. Y una de las propuestas fue la de acotar el paso por determinadas calles a las personas que residen en ellas. El Ayuntamiento ya lleva un tiempo haciéndolo, y según el concejal de Tráfico, Constantino Cordal, el grado de cumplimiento es elevado.
Las calles San Gregorio y Sevilla, así como la plaza de A Leña, en el entorno de Fefiñáns, y las calles Infantas y Ourense, en el centro administrativo de la localidad, ya disponen de señalización de reserva para residentes, y aunque el PMUS todavía no está vigente y el Ayuntamiento aún no ha comprado las cámaras de tráfico que ayudarán a distinguir los vehículos locales de los de fuera, ya son pocos los que se atreven a infringir la norma. Y a medida que vaya pasando el tiempo, “seremos más estrictos”, advierte Constantino Cordal.
“Algunas de estas medidas están pensadas para proteger a los residentes de la masificación que se produce con el turismo, porque fuera de esa época no hay tantos problemas”
Precisamente, el PMUS es uno de los asuntos en los que tendrán que trabajar mano a mano el propio Cordal -edil delegado de Tráfico y Policía Local- y el alcalde y concejal de Obras e Servicios, Samuel Lago, después de que este último asumiese las competencias de movilidad en la reorganización del bipartito. La intención de ambos es convocar en las próximas semanas a la junta de portavoces, para exponerles el plan y pedirles que hagan sus aportaciones. Una vez los técnicos las analicen, e incorporen aquellas que sean viables, el Plan de Mobilidade se llevaría a pleno para su aprobación, ya sea el del último jueves de marzo o el correspondiente al mes de abril.
Constantino Cordal ya manifestó en su momento que su deseo era poner en práctica algunas medidas antes del verano, para evitar precisamente las indigestiones circulatorias de años pasados. “Algunas de estas medidas están pensadas para proteger a los residentes de la masificación que se produce con el turismo, porque fuera de esa época no hay tantos problemas”, apunta el edil de Tráfico.
“No se trata de peatonalizarlo todo ni de eliminar el coche, sino de fomentar que en el casco urbano se use menos, para que sea más seguro y agradable caminar”
Otra de las propuestas que han realizado los técnicos es implantar la zona azul, para favorecer los estacionamientos cortos y la disponibilidad de plazas. Terravanza plantea aplicar esta fórmula en el Paseo da Calzada, en uno de los márgenes de la Ribeira de Fefiñáns o en la explanada existente tras el centro de salud.
Samuel Lago, por su parte, afirma que el objetivo final es avanzar hacia un “concello amable con la gente”. “No se trata de peatonalizarlo todo ni de eliminar el coche, sino de fomentar que en el casco urbano se use menos, para que sea más seguro y agradable caminar”.
En lo que respecta a los aparcamientos, el PMUS dispone reservar solo para residentes plazas en calles como la Ribeira de Fefiñáns, donde habrá un espacio solo para los vehículos de los empadronados en Cambados (denominado zona verde) y otro en el que de día podrán aparcar personas de fuera (pero con limitación horaria), y de noche estará reservado para residentes (zona mixta).
Circunvalación a Castrelo
Al margen del PMUS, Samuel Lago ha solicitado una reunión en la Consellería de Infraestructuras para exponerle su proyecto de crear una circunvalación que uniría el entorno de la vía rápida de Vilariño con la carretera autonómica en Castrelo. El vial iría por la parte posterior del monte de A Pastora y concluiría junto al puente de A Barca.
