La Guardia Civil consiguió interceptar 57 kilos de buey de mar, bogavante y langosta que estaban siendo transportados por carretera desde O Grove sin disponer de documento alguno que acreditase su origen y trazabilidad.

Sucedió en uno de los puntos de control habituales de la benemérita en la localidad, como es el istmo de A Lanzada.

El marisco intervenido.

Un lugar estratégico para este tipo de operativos, ya que se trata de la única vía de entrada y salida de la península meca.

Fue allí, en la rotonda que permite tomar el acceso oeste a San Vicente –la carretera de la costa hacia Pedras Negras– o bien la PO-316, que entra y sale de O Grove por el barrio de Ardia, donde los agentes dieron el alto al vehículo.

El lugar en el que se efectuó el control de carretera. M.M.

Una vez identificado el conductor, resultó ser un vecino de Sanxenxo, de 43 años. Y cuando, ayudados por Gardacostas de Galicia, los agentes procediendo a revisar la mercancía que trasladaba se toparon con 52 kilos de buey, algo más de cuatro kilos de bogavante y una langosta de 450 gramos.

Todo ello, como se decía anteriormente, sin “guías” que explicaran la procedencia de la mercancía, de ahí que el conductor fuera denunciado por infringir la Ley de Pesca de Galicia.

La rotonda en la que suelen desplegarse los operativos. M.M.

Una vez completado este operativo, al abrigo del Plan Anual de Control Integral de Actividades Pesqueras, el marisco intervenido fue entregado a un centro benéfico de Pontevedra, tal y como apuntan desde la Comandancia de esa ciudad.