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Dositeo Valiñas, de 101 años, el cura en activo de más edad de Galicia

La parroquia de Santa Baia de Ribadumia homenajea al sacerdote y él les promete seguir con ellos, "hasta el final"

Dositeo Valiñas, de pie, se dispone a dirigirse a sus feligreses al comienzo de la misa INAKI ABELLA DIEGUEZ

Los feligreses de la parroquia de Santa Baia de Ribadumia pudieron finalmente ayer rendir el homenaje al sacerdote Dositeo Valiñas Fernández, que habían previsto para el domingo de la semana pasada, pero que en aquel entonces tuvieron que aplazar porque el religioso no acudió a misa al encontrarse mal de salud. Ayer, Dositeo Valiñas sí asistió a la iglesia, a pesar de que llovía con fuerza, y nada más entrar al templo pudo ver como sus vecinos habían colocado unos globos de helio de color oro en el altar con el número 101, los años que cumplió el 7 de febrero.

Dositeo Valiñas, en silla de ruedas, llega a la iglesia de Ribadumia, en una jornada marcada por el mal tiempo INAKI ABELLA DIEGUEZ

El sacerdote preside la misa sentado, pero en algunos momentos se pone en pie. Y así lo hizo para dirigirse a sus feligreses y agradecerles cálidamente todo lo que estaban haciendo por él. “Gracias a todos vosotros, que me acogísteis hasta en esta situación de invalidez en la que ahora estoy”, para acto seguido refrendar lo que ya ha dicho en más ocasiones, que no entra en sus planes retirarse. “Seguiré con vosotros hasta el final”. Los vecinos le dedicaron un emotivo aplauso.

Don Dositeo cumple 101 años

Don Dositeo cumple 101 años. R. V.

Dositeo Valiñas es posiblemente el cura párroco en activo de mayor edad de España. Cumplió 101 años el lunes pasado, y lleva más de tres cuartos de siglo ejerciendo el sacerdocio. La mayor parte de ese tiempo ha estado en Ribadumia, un municipio donde se ha convertido en una persona muy querida, hasta el extremo de que ha sido nombrado Hijo Adoptivo de la localidad.

Los feligreses llenaron la iglesia de Ribadumia INAKI ABELLA DIEGUEZ

Ese cariño volvió a evidenciarse en la ceremonia de ayer. Al término de la misma, los vecinos le felicitaron el cumpleaños con una canción, y una docena de niños subieron al altar con pequeños obsequios para el cura. Él besaba los regalos, uno a uno, y agradecía a los chicos su gesto. Una niña se encargó de leer un pequeño texto en nombre de todos los vecinos, y en él recordó que Dositeo Valiñas ha bautizado a más de tres generaciones de ribadumienses, de ahí que le dijese que, “ya formas parte de mi familia”.

Finalizada la eucaristía, Dositeo Valiñas se fotografió con las familias de las tres niñas que había bautizado minutos antes, y se dirigió a la sacristía en compañía de algunas de las personas que le ayudan en la iglesia, entre ellos el presbítero Gumersindo Camba, que es quien oficia la misa cuando Dositeo Valiñas no puede. Allí, el sacerdote tildó de “inmerecido” el homenaje que le habían dedicado sus vecinos. “Me llegaba con que me diesen las gracias de palabra”, afirmó.

Una niña sostiene una tarjeta de felicitación que minutos después entregaría al sacerdote INAKI ABELLA DIEGUEZ

El cura, que también tiene a su cargo la parroquia de San Juan de Leiro, acostumbra a bajar a la iglesia los sábados y los domingos, y aún visita a los enfermos y preside los funerales. Pese a todo, ahora ya pasa más tiempo en casa debido a su avanzada edad. Eso sí, se mantiene fiel a una de sus aficiones preferidas, como es la lectura. “Aún leo dos o tres periódicos diarios y libros de cualquier temática”, afirma. La edad no le ha secado ni la vitalidad ni su innata curiosidad.

El hecho inaudito de bautizar a tres niñas en una misma mañana

En la misa de ayer en Ribadumia se produjo un hecho infrecuente en los últimos años: el cura bautizó a tres niñas. Elena, Baia y Noa recibieron el sacramento de manos de un Dositeo Valiñas que admite que, “me apena” que cada vez nazcan menos niños en los pueblos. “Quizás sea la primera vez que he bautizado a tres niñas al mismo tiempo”, afirmó. “Recuerdo años en que se bautizaban más de 15 niños, y ahora como mucho vienen seis”, añadió.

Gumersindo Camba, a la izquierda, es el presbítero que ayuda a Dositeo Valiñas durante las celebraciones INAKI ABELLA DIEGUEZ

Y es que la caída de la natalidad es un fenómeno del que no se libran ni municipios como el de Ribadumia, que a principios de este siglo sí podía presumir de unas elevadas tasas de nacimientos. Asimismo, Valiñas tuvo palabras de agradecimiento hacia las personas que integran el consejo parroquial y el presbítero Gumersindo Camba, pues gracias a su colaboración puede seguir al frente de la parroquia, ya que los seglares se encargan de asuntos de los que él, en consecuencia, no tiene por qué ocuparse.

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