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Paisajismo que da lustre al Museo da Salazón de Punta Moreiras

Los antiguos modos de conservación del pescado se preservan en O Grove

El artista local Carlos Besada entrega el dibujo a Miguel Pérez. | // FDV

Los “Amigos de Moreiras” de O Grove llevaron a cabo este fin de semana un acto de recuperación de uno de los entornos más idílicos de la península meca. Consistió en esta ocasión en la plantación de tres docenas de árboles singulares, como una forma simbólica de aportar más valor, si cabe, a este espacio natural en el que en otros tiempos floreció una potente industria de salazón. Monte y mar, con estas actuaciones, seguirán estrechando las manos de futuras generaciones. El pintor local Carlos Besada regaló al colectivo el dibujo de una sardina, un símbolo inequívoco de este espacio.

Acondicionar el entorno de la recuperada fábrica de salazón, convertida en museo tradicional gracias al empeño de los integrantes del colectivo “Amigos de Moreiras”, entre ellos el exalcalde Miguel Ángel Pérez, ha sido el motivo del encuentro de este fin de semana en este paradisíaco espacio grovense.

Los “Amigos de Moreiras” frente al Museo de Salazón de O Grove | // FDV

El colectivo eligió el día perfecto, en plena época de plantación, y con un sol radiante para que puedan brotar en pocos meses los selectos ejemplares de camelios, madroños, castaños, falsos plátanos, moreras y otras especies que dulcificarán un paraje abocado no hace muchos años a la ruina y el olvido.

La entrega de estos árboles es la contribución a la causa por parte de la Estación Fitopatológica do Areeiro, dependiente de la Diputación de Pontevedra, en aras de revalorizar el entorno en el que se encuentra el museo de la salazón.

El colectivo posa con el dibujo que les obsequió Carlos Álvarez Besada | // FDV

De ahí que también el colectivo haya agradecido al artista local Carlos Álvarez Besada quien acudió al acto de este fin de semana con un dibujo de su autoría sobre una sardina, que será colgado en el museo. El autor expresa su satisfacción por la labor de un colectivo que apuesta por la preservación del patrimonio inmaterial.

Y es que en el museo de la salazón, se guardan utensilios propios de la época empleados para la conservación del pescado (peneiras, cestos, raños....) y su distribución por distintas áreas geográficas del país. Pero además promueven otras actividades divulgativas como la Festa da Salazón en la que los asistentes tienen ocasión de degustar productos que hoy son imposibles de encontrar en el mercado, simplemente porque el proceso de conservación en salmuera es casi un lujo que solo puede disfrutarse en ocasiones como las que promueven los Amigos de Moreiras.

Una actividad que suele coincidir con el final del verano en un espacio realmente idílico digno de conocer pues se han recuperado los elementos principales de la vieja fábrica.

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