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Lucía César mantiene su acta de concejala en Vilagarcía pese a su paréntesis en la vida política

La portavoz del BNG no asistió a los últimos plenos por motivos laborales que le obligan a alejarse temporalmente de Arousa

Lucía César Veloso tomó posesión como concejala del BNG en Vilagarcía en el año 2015. Noé Parga

A Lucía César Veloso no se la ha tragado la tierra. Su ausencia en los plenos de los últimos meses y, en suma, en la política municipal de Vilagarcía, han suscitado diversos comentarios entre otros partidos de la oposición, que no entienden que la portavoz del BNG continúe como concejala si no puede ocuparse de esta responsabilidad que le encomendaron los votantes.

La silla vacía de Lucía César en uno de los últimos plenos. Iñaki Abella

Son conocedores de que la de Bamio está alejada de Arousa por razones laborales. Ha logrado plaza como profesora en un colegio público del área metropolitana de A Coruña, vive allí y está volcada en su labor docente. “Ahora le estoy dando prioridad a mi vida profesional. Por supuesto que tengo inquietudes en la política pero en este momento no le puedo dedicar el tiempo que me gustaría”, reconoce César Veloso.

Las elecciones municipales, dentro de un año

No obstante por ahora no se plantea renunciar a su acta de concejala, la cual ostenta desde octubre de 2015, cuando ocupó el lugar de María Villaronga. En las elecciones municipales de 2019 fue la candidata del BNG a la Alcaldía y todo apunta a que la intención del partido es que repita como número uno en las de 2023, de ahí que permanezca en el cargo pese a su paréntesis en la esfera política. “No se puede tomar una decisión arbitraria ni momentánea. Si renuncio y entra otro compañero de la lista como concejal, no voy a volver yo de nuevo en unos meses, no tendría sentido, y no sería fácil para esa persona”, apunta la edil, la única del grupo municipal.

A la espera del concurso de traslados

Y es que solo queda un año para la cita con las urnas. La dirección del BNG está al tanto de la situación de la concejala y en ningún momento le ha pedido que se eche a un lado. Todo lo contrario. Ha optado por esperar al confiar en que pronto pueda retomar su participación activa tanto en la organización como en el Concello, ya que en marzo “debería convocarse el concurso de traslados y espero acercarme más a Vilagarcía”, dice Lucía César esperanzada.

Contacto con los vecinos

Con todo, aunque físicamente no acude a los plenos (y por tanto no presenta ni defiende iniciativas propias), a las comisiones informativas, mesas de contratación ni reuniones de la Xerencia de Urbanismo, la portavoz del BNG asegura que no ha perdido el contacto con los colectivos. “Estoy colgada del teléfono y mis compañeros siguen trabajando. Estuvimos con los vecinos de Bamio por los problemas de la Casa de Cultura, con los bateeiros y con los vecinos de Vilaxoán y Sobradelo el contacto es bastante fluido y estrecho”, cita como ejemplos.

“¿Esto nos puede pasar factura? Puede ser que sí, pero por el momento no hay una decisión tomada. La elecciones están ahí y además todo esto nos cogió en un proceso de renovación interna”, señala la concejala.

Críticas de la oposición

En relación a las críticas vertidas desde otras formaciones políticas de la corporación (principalmente a través de las redes sociales), Lucía César dice que ningún compañero la telefoneó para interesarse por su ausencia. Pero no se siente molesta. “Ya voy teniendo callo”, apostilla. “Ahora voy a gastar la energía en lo que considero que tengo que gastarla”.

En cuanto al gobierno, habló del tema con el alcalde aprovechando la llamada que le hizo cuando el regidor se contagió de COVID.

Tras años de esfuerzo, Lucía César acaba de lograr plaza como maestra en la educación pública y no considera apropiado ausentarse del trabajo para acudir a Vilagarcía a realizar su labor como concejala. “Sobre todo por respeto a los niños”, concluye.

Podemos pide convocar de tarde las reuniones de urbanismo y de contratación

Uno de los reproches por parte del gobierno local que suele salir a relucir en los plenos es la falta de asistencia de concejales de la oposición en los órganos municipales, como mesas de contratación o las reuniones quincenales de la Xerencia de Urbanismo. Ningún edil de la oposición está liberado, por lo que cuentan con sus respectivos puestos de trabajo fuera del Concello.

Ante esta situación, la portavoz de Podemos-Marea da Vila, María de la O Fernández González, realizó el jueves un ruego personal al ejecutivo para que cambiase el horario de las reuniones a las tardes. Aunque el ejecutivo socialista dará respuesta en la siguiente sesión (como está siendo habitual), no parece que el ruego vaya a prosperar porque estos encuentros incluyen la participación de funcionarios municipales que trabajan por las mañanas. “Las juntas de portavoces suelen ser por las mañanas”, apunta la concejala de Podemos.

También preguntó al final del pleno por el transformador eléctrico de Vilaxoán, que “está rodeado de zarzas y sigue en el mismo sitio”, indica la portavoz. Igualmente se interesó por un cableado en Vázquez Leis que está suelto porque el propietario de una casa de piedra rechazó que se anclase a su fachada y por la señalización indicativa del colegio de Rubiáns aprobada hace seis años y que todavía no se ha colocado.

“Nos contestaron al tema de las marquesinas, que muchas están rotas, pero solo nos dijeron que es un problema de reposición de materiales, cuando nuestra pregunta era más amplia. Algunos cristales se ve que están fracturados por actos vandálicos pero otros parece que estallan”, advierte la edil.

El portavoz de Vilagarcía en Común se interesó por las obras del paseo marítimo y el PP por la ausencia de alcantarillado en un grupo de casas de Guillán. La moción del PSOE sobre la reforma laboral fue aprobada por todos los grupos salvo por el PP que votó en contra y Ciudadanos que se abstuvo.

Ravella dará uso al pabellón de Bamio a petición del PP

El Partido Popular se congratula de que el gobierno de Vilagarcía haya aprobado una moción suya. “Esto no ocurre muchas veces”, apunta la portavoz de la formación conservadora, Ana Granja. La propuesta salió adelante por unanimidad de toda la corporación y se centra en el pabellón de Bamio, sin uso y con un deterioro importante.

Con su apoyo, los socialistas se comprometen a evaluar la situación actual de las instalaciones y a estudiar sus potencialidades hacia un mejor aprovechamiento y utilización, así como a contactar con los vecinos y asociaciones de Bamio para consensuar el destino del recinto. “Que el gobierno local, en función de los resultados obtenidos, elabore un proyecto con dotación presupuestaria”, finaliza la moción.

Los populares se muestran agradecidos por el apoyo y esperan que “este compromiso no se quede en una simple promesa, sino que se traduzca en una actuación lo más pronto posible”.

El pabellón se construyó en la época de Guerrero como concejal de Deportes y apenas tuvo uso. “Hubo una etapa que se hacía allí botellón y otra en la que las motos iban a hacer derrapes”, recuerda Granja.

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