Tras el descanso del fin de semana, los restauradores Alejandro Pujales e Iria López retomaron ayer los trabajos para retirar la simbología falangista de la fachada de la iglesia parroquial de Santa Eulalia. La previsión es que esta semana pueda dar comienzo el derribo de la cruz propiamente dicha. Para ello se incorporará al equipo un canteiro y los tres profesionales se servirán de una máquina elevadora para poder efectuar las labores en altura, puesto que la cruz mide más de cinco metros.
Pujales y López comenzaron el jueves con los preparativos de la zona. El viernes pudieron realizar las primeras catas de la piedra, comprobando que las placas de los “caídos” apenas están un centímetro introducidas en la fachada.
Los nombres fueron repasados con tiza de color para ganar visibilidad y poder tomarles una fotografía para archivarla como documento histórico antes de eliminar esas losas de granito.
A partir de ahora el Concello es el único interlocutor para informar del avance de los trabajos. Desde Ravella confirmaron ayer que por el momento no hay novedades. Por tanto tampoco las hay en la inscripción de “José Antonio Primo de Rivera”, sobre la cual aún no está decidida la fórmula para su eliminación, a la espera de Patrimonio.
