El grupo de gobierno de Vilagarcía lleva al pleno de la próxima semana (se celebra el 27 de enero, jueves), la modificación puntual del Plan de Urbanismo necesaria para ampliar la depuradora de aguas residuales de Ferrazo. Se trata de un trámite administrativo imprescindible para llevar a cabo la obra, puesto que el terreno en el que se pretende acometer la ampliación tiene ahora la catalogación urbanística de “Suelo urbano no consolidado”, lo que impide edificar en él. La propuesta del gobierno es convertir esa calificación en “Suelo urbano consolidado”.
El Ayuntamiento aduce que la ampliación de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Ferrazo es una actuación, “necesaria y urgente”, puesto que en los últimos años se ha incrementado de forma considerable el caudal que llega a la planta, tanto por el incremento poblacional como por las progresivas incorporaciones de nuevos tramos de saneamiento.
La depuradora se va a ampliar hacia una parcela adyacente a la actual, de 9.500 metros cuadrados, pero cuya calificación urbanística actual impide edificar. Con el cambio que pretende llevar a cabo el Concello en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) se supera este escollo administrativo.
La propuesta municipal, “cuenta con los informes técnicos y jurídicos favorables”. Pero ahora debe ser ratificada en el pleno de la corporación, y posteriormente deberá estar a exposición pública durante dos meses, para la presentación de alegaciones. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento remitirá la documentación a otros organismos públicos con competencias en la materia, para que emitan sus informes.
Una vez resueltos todos estos trámites, y en cuanto la modificación puntual del PXOM esté aprobada, el Ayuntamiento pondrá a disposición de la Xunta el terreno para que lleve a cabo la obra de ampliación.
Obra prioritaria
El Ayuntamiento arousano explica que la ampliación de la depuradora de Ferrazo está considerada “prioritaria” en el plan de saneamiento local del margen izquierdo de la ría. Será necesario ampliar el caudal de tratamiento punta y la capacidad de tratamiento secundario, lo que implicará el incremento sustancial de la producción de lodos y, por lo tanto, de la infraestructura necesaria para realizar los procesos de depuración.
Ravella opta por este trámite urbanístico, y no por esperar al nuevo PXOM, puesto que esta segunda opción significaría demorar la obra de ampliación varios años.
