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La velutina, a raya en la comarca de O Salnés

El servicio de la Mancomunidade retiró el pasado año casi un millar de nidos

Uno de los nidos gigantes retirados por los técnicos en Sanxenxo

El servicio de lucha contra la velutina, que puso en marcha la Mancomunidade de O Salnés hace seis años, retiró durante 2021 un total de 929 nidos que se habían convertido en un problema para las poblaciones más próximas. La cifra, aunque considerable, viene a demostrar que el asentamiento de este insecto en la comarca de O Salnés, donde no cuenta con un depredador natural, se ha estancado y parece haber parado de crecer.

Uno de los nidos que fueron eliminados por el servicio mancomunado FDV

Así lo entiende Chema Pedrouzo, uno de los dos técnicos que trabaja para la Mancomunidade de O Salnés que ha visto como las cifras han pasado de “números descomunales en los dos primeros años de trabajo, a una cierta estabilización a la baja en los últimos tres”.

De esos 929 nidos hay desde embrionarios a secundarios, aunque la mayor parte son de estos últimos, los que resultan más espectaculares y acostumbran a generar mayor alarma entre los vecinos. Lo que tiene claro Pedrouzo es que “es una especie que ha llegado para quedarse, ahora lo que tenemos es que intentar que no vaya a más, que permanezca controlada y no acabe con las especies autóctonas, especialmente con las abejas”.

Presentación del arma con la que se dispara veneno a los nidos Iñaki Abella

Una de las grandes novedades del pasado año en la lucha contra las velutinas fue la introducción de una carabina de aire comprimido de calibre 5,5, que dispara un perdigón cargado con un gel insecticida. Se trata de un gel “que no contamina y que no se evapora, que acaba en 24 horas con la población de velutina del nido y que lo deja totalmente inactivo en el plazo aproximado de quince días”.

A "cañonazo" limpio

También se han encontrado con grandes dificultades , como tener que retirar un nido que se encontraba encastrado en el tejado de un pequeño galpón en Meis, en el que los técnicos de la Mancomunidade tuvieron que desmontar gran parte de la estructura para poder acabar con el nido. De todas formas, el caso más espectacular fue la retirada de un nido en las proximidades del Gran Talaso de Sanxenxo, donde hubo que cortar la carretera en pleno mes de agosto, algo que llamó la atención de los turistas. “No había ningún acceso a él y tuvimos que dispararle y eso creó una gran expectación, con todo el entorno acordonado y muchísimos turistas presenciándolo”, señala Pedrouzo.

En lo que respecta al nido más importante retirado el pasado año, este fue en Sanxenxo y alcanzaba los treinta litros de capacidad, cuando lo normal es que se encuentren entre 15 y 18 litros.

Frenar su expansión

La retirada de los nidos no es la única faceta en la lucha contra las velutinas. En esa lucha también destaca el denominado trampeo, es decir, la instalación de un mecanismo elaborado por los propios técnicos de la Mancomunidade cuyo principal objetivo es capturar a las reinas. Cuantas más reinas se capturen, menos nidos habrá en funcionamiento. Así, el pasado año se instalaron un total de 1.900 trampas por los concellos adscritos a este servicio -O Grove tiene servicio propio-. La mayor parte de esas trampas se ubicaron en las proximidades de árboles frutales y próximos a lechos de los ríos. Los técnicos se encuentran preparando las trampas para comenzar a colocarlas en unos quince días, cuando las velutinas finalicen su período de hibernación.

“Este año vamos a continuar trabajando como los anteriores, porque el sistema ha demostrado ser efectivo”,

Pedrouzo - Técnico de la Mancomunidade

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“Este año vamos a continuar trabajando como los anteriores, porque el sistema ha demostrado ser efectivo”, señala Pedrouzo.

Los municipios en los que más trabajaron el pasado año fueron los de Meis, Vilanova y Sanxenxo. Los dos primeros destacan por ser localidades con mucho territorio forestal, algo que favorece la proliferación de las velutinas, que acostumbran a escoger árboles altos para ubicar sus nidos, y entornos con gran humedad, donde se encuentren ríos cerca, mientras que Sanxenxo las zonas de su preferencia se encontraban bastante próximas al litoral. En estos seis años de trabajo Pedrouzo reconoce que ha comprobado como las velutinas “aprendían a sobrevivir, detectando nidos a una altura considerable”.

Consejos para una trampa casera

Los técnicos de la Mancomunidade utilizan para el trampeo un atrayente industrial, pero cualquier vecino tiene en su mano colaborar en la lucha contra las velutinas. Para preparar un atrayente se necesita agua con azúcar. “Se hierve para disolverlo, y cuando enfría, se le echa un poco de levadura de pan”, explican. Para evitar que en la trampa caigan especies autóctonas de avispa, o incluso, abejas, recomiendan “unas gotas de vinagre”. El mejor lugar para colocar las trampas es en las proximidades de los árboles frutales o, en esta época del año, en las camelias, a donde acuden las reinas atraídas por las flores y por el olor que desprenden en plena fase de florecimiento.

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