Participar en un acto religioso y degustar una tapa de callos. Eso es lo único que se va a poder hacer en Vilanova mañana, coincidiendo con la festividad de San Mauro, la primera romería del año. El crecimiento experimentado en el número de positivos por coronavirus en las últimas semanas ha llevado al Concello a anular todas las actividades previstas para esta festividad. A ello se suma también el aplazamiento de toda la agenda cultural. La intención tras esta decisión es “evitar que se registren aglomeraciones importantes en las que el virus pueda extenderse y provocar un serio problema”, explicaba ayer el teniente de alcalde, Javier Tourís.

“El pasado año ya ocurrió algo muy similar, fomentamos el consumo de callos en los establecimientos hosteleros, pero ya evitamos organizar cualquier tipo de acto que contemplase aglomeraciones que pudiesen favorecer la expansión del virus”, señala Tourís. De hecho, la mayor parte de los establecimientos hosteleros que opten por abrir sus puertas ofrecerán la posibilidad de degustar este tradicional plato. Eso si, el edil llama a los vecinos a mantener la prudencia, sobre todo “teniendo en cuenta que superamos ampliamente los 200 casos en estos momentos, una cifra que hasta esta semana nunca habíamos alcanzado en toda la pandemia”.

La fiesta de San Mauro es una de las más emblemáticas de Vilanova y, antes de la pandemia, acostumbraba a reunir a cientos de vecinos del municipio y a muchos visitantes. Su principal atractivo, además de las connotaciones religiosas, son los condicionantes gastronómicos. De hecho, durante muchos años, se llegó a instalar una carpa en las inmediaciones de la antigua capilla de San Mauro donde se centralizaba la mayor parte de las actividades.

Actos religiosos

Los actos religiosos se han repetido durante toda la semana en la iglesia parroquial de San Cibrán desde el pasado miércoles. El día de mañana arrancará a las 9.00 horas con una salva de bombas, paso previo a un pequeño pasacalles a cargo del grupo de gaitas “Os Terribles de Arousa”. Las misas se celebrarán prácticamente cada hora hasta las 12.00 horas, cuando tendrá lugar el oficio solemne y la procesión, siempre que la situación sanitaria lo permita. San Mauro se despedirá por la tarde, con tres misas más.