El trato que dispensa el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de O Grove al yacimiento arqueológico de Adro Vello, algunas edificaciones tradicionales del centro urbano y antiguas fábricas de salazón no es adecuado.
Eso es, al menos, lo que entiende la Consellería de Cultura, de ahí que la Xunta decidiera informar desfavorablemente el documento urbanístico aprobado inicialmente por el Concello y pendiente, precisamente, del visto bueno del Gobierno autonómico.
Es un paso atrás que, en cualquier caso, tiene solución, siempre y cuando se atiendan sus recomendaciones.
Argumenta el ejecutivo gallego que informa desfavorablemente el PXOM meco “por discrepancias técnicas”, ya que el documento “no recoge algunas de las indicaciones realizadas por la dirección xeral de Patrimonio Cultural en 2019”.
Es decir, que el PXOM “no garantiza la protección de algunos bienes por no contar con el preceptivo trabajo de campo que los identifique para que sean incorporados al catálogo siguiendo un criterio homogéneo y justificado”.
Es así como se cita que en Adro Vello “deberá definirse conforme a los parámetros de su futura declaración como Bien de Interés Cultural (BIC)”.
Esas “discrepancias técnicas” se hacen extensivas a otros bienes cuyas fichas “no contemplan todos los datos exigidos por ley, como sucede con varias fábricas de salazón o algunas edificaciones tradicionales”, espeta la Xunta.
A lo que añade que la Consellería de Cultura “está a disposición del equipo redactor del PXOM, como ya hizo en 2019, para explicarle el contenido del informe, resolver dudas y garantizar la adecuada protección del patrimonio cultural grovense”.
Por cierto, que parece que estas advertencias ya fueron trasladadas al gobierno meco antes de que éste elevara el PXOM al pleno para su aprobación inicial.
