La OPP-89 Parquistas de Carril y la firma Cobres San Rafael alcanzaron un acuerdo de colaboración que se antoja estratégico, ya que permitirá velar por la salud del río Ulla y la ría de Aousa, a modo de herramienta de protección frente a cualquier incidencia derivada del funcionamiento de la mina de Touro.
Tanto la empresa como la agrupación de parquistas que preside José Luis Villanueva se felicitan por la aplicación de este convenio, el cual se traducirá en la implantación de un sistema de control medioambiental del río Ulla y su desembocadura en Carril.
Monitorización
Dicho de otro modo, que se establecerá un mecanismo de monitorización de la calidad de las aguas que será responsabilidad de la Estación de Bioloxía Mariña da Graña, dependiente de la Universidade de Santiago de Compostela y encargada en este caso de “una medición continua de parámetros fisicoquímicos en las zonas de extracción del ámbito territorial de la cofradía de Carril”.
Este mecanismo de control, que además recibirá el respaldo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), permitirá “garantizar la calidad de las aguas y la no afectación al Ulla”, además de abrir las puertas a la adopción de todo tipo de acciones que contribuyan a mejorar el estado de salud del río y, en consecuencia, de la ría de Arousa.
Ni que decir tiene que este mecanismo de control también permitirá “obtener datos contrastados sobre cualquier afección que pudiera detectarse sobre las aguas del Ulla por parte de cualquiera de las actividades económicas o residenciales que se desarrollan en el entorno de su cauce”, lo cual es considerado por Cobres San Rafael como un ejercicio de responsabilidad y transparencia por parte de la empresa.
De este modo también se consigue profundizar en “un plan más ambicioso e integral que incluye el amplio estudio realizado por científicos del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo en la cuenca fluvial del río Ulla y su estuario”.
El mismo proyecto que, bautizado como “Ambarulla”, permitió concluir que "la antigua mina de Touro no tiene ninguna afección sobre la calidad de las aguas de la ría de Arousa”, sentencian en Cobres San Rafael.
Acondicionamiento ambiental del río Portapego
No sin antes recordar que, paralelamente, se llevaron a cabo otras acciones de preservación medioambiental ligadas a la mina, tales como “la ejecución de obras de limpieza del río Portapego, en Touro”, donde la compañía dice trabajar también “en el diseño e implementación de medidas de restauración integral de las aguas de la antigua explotación minera”.
Todo ello forma parte del forma parte del plan de sostenibilidad y responsabilidad de la compañía denominado “Transparencia, Ética y Responsabilidad Real Ambiental y Social” (Terras), que impulsa “acciones que provoquen un impacto positivo en el entorno”.
El mismo que, en lo referido al convenio suscrito con la agrupación de parquistas de Carril, hará que el CSIC se encargue de acciones como “el análisis de metales pesados en los sedimentos de la cuenca del Ulla, su estuario y la parte interna de la ría”.
Todo ello, insisten los firmantes del acuerdo, “con carácter previo al reinicio de la explotación de la mina de Touro-O Pino”.