Es el gran pulmón urbano de Vilagarcía, el lugar preferido de cientos de vecinos que quieren sentirse un rato fuera de la ciudad sin la necesidad de salir de ella. El parque Enrique Valdés Bermejo es una de las grandes referencias verdes de Vilagarcía, y el Ayuntamiento está ultimando un proyecto de puesta a punto del espacio. Uno de los primeros pasos que hay que dar es la reapertura de una senda, que lleva cerrada casi dos años, tras un deslizamiento de tierras. Pero antes de actuar hay que hacer un estudio geotécnico del terreno.
La administración municipal acaba de adjudicar a la empresa Enmacosa Consultoría Técnica un estudio geotécnico de la ladera de monte que bordeaba la senda, que fue cerrada durante el mes de marzo de 2020. El presupuesto es de 5.150 euros, y el plazo de ejecución es de dos meses. Estos trabajos servirán para conocer mejor el terreno de esa parte del parque, por si fuese necesario reforzarlo con algún tipo de estructura, para evitar el riesgo derivado de futuros corrimientos de tierras.
El desprendimiento más reciente se produjo en marzo de 2020, y afectó al muro de contención. La tierra se desplomó sobre las antiguas escaleras de piedra que comunican la parte inferior del parque con el entorno del yacimiento arqueológico. El deslizamiento también afectó a la senda, por lo que fue inmediatamente clausurada, al igual que el paso de peldaños de piedra sobre el que había caído la tierra. Asimismo, parte de la pasarela metálica que desciende desde el castro quedó a la vista.
Además, con el paso del tiempo las vallas metálicas y los precintos que se colocaron en su día para evitar el paso de los viandantes se han desplazado de lugar o han desaparecido, por lo que hay que tener más cuidado al desplazarse por esa zona del parque que, en todo caso, es solo una pequeña parte de toda la extensión del recinto.
La finalidad del estudio geotécnico es la de conocer en profundidad las características del terreno, para de este modo redactar posteriormente un proyecto que ayude a prevenir eventuales problemas. De hecho, ya se produjeron episodios similares en enero de 2018, cuando se notificó otro deslizamiento de tierras tras unos días de lluvias muy intensas.
Otras deficiencias
El parque Enrique Valdés Bermejo, o de O Castriño, no solo es querido por los vilagarcianos por ser un remanso de paz y tranquilidad. También destaca por sus valores botánicos, pues en él crecen multitud de árboles y arbustos de elevado valor medioambiental. Otro de sus atractivos es el yacimiento castrexo existente en la parte superior del monte. Hay varias construcciones excavadas y unos paneles que explican el yacimiento.
Por ello, es un espacio que merece un mimo especial, y la reapertura de la senda afectada por el corrimiento de tierras no es la única actuación pendiente. También urge reparar o cambiar los vallados de madera, pues algunos travesaños están podridos o se han caído, lo que puede suponer un riesgo puesto que faltan en algunos puntos con grandes desniveles.
Tampoco sobraría una actuación de limpieza en el arroyo que cruza la parte más baja del parque y que desemboca en el estanque. Tanto uno como el otro están tan cubiertos de vegetación que apenas se ve el agua. Y no debe descuidarse el mantenimiento del yacimiento arqueológico.
