Desde ayer mismo la idea de adoptar un animal se ha convertido en todo un compromiso que va mucho más allá del afecto que se genere con la mascota con la que se pasa a compartir domicilio. La entrada en vigor del preámbulo de la Ley de Protección Animal abre un nuevo escenario que trae consigo la modificación del régimen jurídico que reconoce a los perros y gatos como seres vivos dotados de sensibilidad”.
Hasta el día de ayer los animales que pasaban a propiedad de una persona tenían la catalogación de “bienes muebles”, que es la etiqueta que se reflejaba en el Código Civil. Ahora esto ha cambiado de manera radical y con la mascota se adquieren los mismos compromisos, deberes y obligaciones que con un familiar a cargo. El bienestar del animal es algo que habrá que tener en cuenta en todo caso frente a cualquier decisión futura como pudiera ser un divorcio o una separación de sus propietarios, sin ir más lejos.
Hasta el día de ayer los animales que pasaban a propiedad de una persona tenían la catalogación de “bienes muebles". Ahora con la mascota se adquieren los mismos compromisos, deberes y obligaciones que con un familiar a cargo
Desde hace varios años, la Protectora de Animales de Vilagarcía y el Refugio de Cambados vienen defendiendo que la adopción de animales tiene que realizarse en base a un compromiso absoluto con las obligaciones que supone la tenencia de una mascota a la que hay que cubrir sus necesidades vitales y defender su calidad de vida. Por ello, la entrada en vigor de la Ley de Protección Animal ha sido recibida de muy buen grado en ambas entidades arousanas.
Ángeles Cifuentes, presidenta de la Protectora vilagarciana, reconoce que “lo mejor para la sociedad sería que no hubiese abandono de animales, pero sigue sin haber una tenencia responsable de los perros y los gatos”. Unas palabras que se ven refrendadas en el hecho de que España sigue a la cabeza de Europa en cifras de abandono de animales. Una situación que pone al límite las posibilidades de refugios y perreras.
Lo mejor para la sociedad sería que no hubiese abandono de animales, pero sigue sin haber una tenencia responsable de los perros y los gatos
Nueva situación legal al margen, el rechazo más absoluto a satisfacer los caprichos de una mascota como regalo sorpresa también es compartido por Olga Costa. La portavoz del Refugio de Cambados sostiene que “no hablamos de objetos. Un animal es un ser vivo que tiene sentimientos. No se puede adoptar un perro o un gato y abandonarlo a los dos días, simplemente porque ya se te han pasado las ganas de compartir el tiempo y la atención que los animales necesitan”.
La adopción responsable conlleva el inculcar unos valores y una responsabilidad. “Hay que conocer perfectamente el animal que vas a adoptar y los compromisos que ello conlleva. Nosotros estudiamos los perfiles de todos los solicitantes y descartamos muchas solicitudes precisamente porque no vemos una garantía de que el animal pueda estar bien atendido”, apunta Costa.
No hablamos de objetos. Un animal es un ser vivo que tiene sentimientos
Además, en la nueva Ley se introducen algunas modificaciones que pueden resultar muy positivas. Para luchar contra el abandono se apostará por una mejora del registro de los animales de compañía, instaurando un Sistema Estatal de Registros de Protección Animal – hasta ahora el registro es por Comunidades Autónomas–, que incluirá el listado completo de animales, entidades de protección, criadores, núcleos zoológicos, profesionales del comportamiento animal y de personas inhabilitadas para la tenencia.
Otra de las situaciones a las que pretende llegar la nueva legislación es la de prohibir la venta de animales en tiendas. Solo criadores podrán realizar esa labor y también se sancionará el exhibir a todos los animales en escaparates durante horas y privándoles de su desarrollo natural. Además, se establecerá que un perro no pueda estar más de 24 horas sin la supervisión de una persona, a excepción de los perros pastores, así como que no habrá distinciones en los derechos de los animales que vivan en la calle, o tengan propietario, ni tampoco con animales de trabajo.
En definitiva, tanto la adopción como el abandono de animales entra ahora en una nueva etapa en la que ya nada se podrá tomar tan a la ligera.