Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La excelente lamprea del Ulla vuelve al plato

Un total de 16 embarcaciones largan las nasas-butrón a mediodía para recoger el miércoles

Ramón Agrasar en su embarcación durante la campaña del pasado año. | // IÑAKI ABELLA

Los pescadores de Pontecesures auguran una buena campaña de lamprea si las lluvias y el viento del norte acompañan como el pasado año. Este mediodía largan las nasas-butrón con la esperanza de que en las siguientes 24 horas entre el preciado pez en su remonte por el río Ulla.

Las condiciones parecen óptimas, similares a las del pasado año cuando hubo una gran cantidad de lamprea. El caudal del río es el más idóneo para que comience una buena campaña aunque se confía en un giro meteorológico para garantizar que vuelva a ser espectacular.

Ramón Agrasar es uno de los 16 pescadores que participan en la campaña y se muestra muy esperanzado pues hace ya unos días vio una lamprea en las inmediaciones de la isla de Cortegada (Carril) cuando trabajaba con otras especies.

“No es frecuente ver una lamprea en estas fechas, quizás más adelante, a finales de enero, sí; y es una señal de que puede haber muchas esperando en la desembocadura para remontar el Ulla a donde van a desovar”, explica el experto marinero pontecesureño.

Mucha lamprea o ninguna

Mañana se conocerán los resultados cuando el butrón desvele la sorpresa pues Agrasar es consciente de que “puede haber mucha lamprea o ninguna, aunque somos optimistas y esperamos que sea como el año pasado cuando se pescó en cantidad”.

Un año antes, en 2019, la temporada había sido un desastre y esperan que no se vuelva a repetir “pues hay una enorme demanda en estas fechas”, tanto que se ha organizado una campaña para que el “campanu del Ulla” se venda por un mínimo de 600 euros.

El resto tendrán precios más comedidos y estiman que en las primeras jornadas alcance cotizaciones en torno a 50 o 70 euros por los mejores ejemplares. A medida que transcurra la campaña, hasta el 15 de abril, el valor irá bajando hasta los 20-30 euros, explican los pescadores conscientes de que ahora que hay mucha demanda es cuando necesitan pescar más piezas.

Con todo, en los primeros días no caen los mejores ejemplares. “La lamprea -el pez parásito más antiguo, se dice que prehistórico-, lleva entre 20 días y un mes en ayuno y ha perdido mucho peso antes de subir el cauce fluvial”, explica Agrasar.

Las siguientes esperarán menos para iniciar el recorrido a contracorriente para el desove en las zonas más altas del río, un recorrido que aunque conocen está lleno de “trampas” humanas para su pesca a partir de marzo. Son las conocidas como ”pesqueiras”, situadas en el último tramo del Ulla desde la época de los romanos, que ya apreciaban la calidad y excelente sabor del cartilaginoso pez que se ha merecido el nobiliario título de “Dama del Ulla”.

De ahí su máxima protección por parte de las autoridades, no en vano es el único tipo de pez que para ser adquirido es obligatorio identificarse oficialmente. “Inclusive, para regalar una lamprea tengo que facturarla con mi propio DNI”, afirma el propio pescador convencido de que este estricto control es muy bueno para preservar la especie.

Los restaurantes, ansiosos por el “campanu”

Varios restaurantes se pelearán mañana por conseguir la primera lamprea de la temporada, el que ya denominan “campanu del Ulla” pues es el que va a dar fama y, sobre todo publicidad, a quien lo adquiera, que con seguridad será un restaurante del entorno. Cabe recordar que la pesca de la lamprea del Ulla está gestionada por marineros de las cofradías de Carril y Rianxo, por lo que este primer ejemplar se lo llevará algun “cocinero vs. empresario” de los municipios limítrofes: se habla de A Pobra y Pontecesures. Y es que este año, la demanda de comensales parece que se ha disparado. “El 80% de nuestras capturas se las vendemos a restauradores de las dos orillas, y el resto también a particulares que tienen incluso la posibilidad de que se las cocinemos”, explica el curtido pescador pontecesureño. La única queja vuelve a ser la competencia de los pescadores deportivos que pagan una mísera cantidad por la licencia y luego venden lamprea casi sin control.

Compartir el artículo

stats