El sector del ocio nocturno muestra su “hartazgo” por las medidas de Fin de Año

“Estamos al límite económica y psicológicamente”, admite Félix Acuña en representación de Ahituvi | Algunos establecimientos acatan el límite horario de las tres de la mañana

Preparación de los kits de antígenos y PCR en Vilagarcía. |  // NOÉ PARGA

Preparación de los kits de antígenos y PCR en Vilagarcía. | // NOÉ PARGA / A.T./D.D

Antonio Touriño

Antonio Touriño

“Estamos al límite económica y psicológicamente”. Así se expresa Félix Acuña, uno de los portavoces del sector hostelero y del ocio nocturno de Vilagarcía y que representa el sentimiento de “hartazgo” de un colectivo que vuelve a sufrir el zarpazo de la pandemia por las restricciones dictadas por la Xunta ante la inexorable propagación de ómicron.

El empresario pone su énfasis en la catástrofe que supone para un “montón de familias” cuyos ingresos dependen de estos negocios hosteleros, cuyos balances se tambalean de nuevo al fracasar sus expectativas de ingresos en las fiestas de navidad y fin de año.

“Hay un montón de trabajadores que quedan en la cuerda floja: camareros, vigilantes, orquestas, disyóqueis, personal de ropero, de limpieza, pero también de suministros, reparto, hosteleros..., pendientes de la campaña de Navidad y que ahora no saben si van a tener ingresos, que seguramente tengamos que cubrir los empresarios a los que nos cierran los locales”, expresa con preocupación el hostelero vilagarciano. “Los gestores con los que habitualmente trabajamos desconocen a día de hoy si hay posibilidad de que los trabajadores se pueden acoger al ERTE o cómo se van a tratar las subvenciones o las pérdidas”, expresa con máxima incertidumbre el hostelero vilagarciano.

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La ola de COVID también ha llegado al vestuario del Arosa. Concretamente, dos miembros del primer equipo arlequinado dieron positivo en test de antígenos en las últimas horas. Se trata de un jugador y un miembro del cuerpo técnico. Ambos están aislados y con síntomas leves. En todo caso, el club vilagarciano activó el protocolo vigente y dio comunicación a la Federación Española y al Sergas. Por este motivo, se suspendió ayer el último entrenamiento del año previsto para evitar males mayores. Será el próximo lunes cuando se produzca la vuelta al trabajo, día en el que los integrantes del equipo volverán a someterse a test antes de retomar los entrenamientos. También se espera que los dos positivos se incorporen la próxima semana a la dinámica del grupo una vez que cumplan la cuarentena y den negativo en las pruebas.

Acuña reconoce que la mayor parte de sus compañeros optarán por cerrar esta noche de Fin de Año, pues el horario de las tres de la mañana, es inviable para una fiesta de esta naturaleza, sin olvidar que habrá muchos clientes que exigirán la devolución de las entradas adquiridas con antelación.

“Las ayudas que nos concede la Xunta son muy pequeñas”.

Félix Acuña

— Portavoz de los hosteleros de Vilagarcía

“Pero, aunque serán muy pocos, habrá alguno que aún así abrirá, aunque solo sea para contentar a sus clientes fieles de todo el año”, expone con decepción ante lo que se les viene encima pues “las ayudas que nos concede la Xunta son muy pequeñas”.

Vigilancia estrecha

Y en este contexto, los hosteleros creen que la administración debe estar muy expectante en esta noche en la que entra el año 2022 para evitar que se celebren fiestas multitudinarias clandestinas.

“Sabemos que se han programado varias fiestas privadas para contrarrestar los cierres a los que nos obliga la administración”, una situación que entienden si puede contribuir a una mayor propagación de la COVID si en ellas no se toman las medidas de prevención que son obligatorias en los establecimientos públicos.

“Esperamos que las fuerzas de seguridad vigilen para que no haya este tipo de citas pues nuestro papel como hosteleros no es el de denunciar a nadie pero si que vamos a estar vigilantes”, expresa el representante de los hosteleros arousanos.

En la Subdelegación del Gobierno se comunicaba ayer la decisión de aumentar los operativos de vigilancia y seguridad durante esta noche con el fin de que se cumplan las recomendaciones generales acordadas en la reunión del comité clínico del pasado lunes.

Cancelaciones

Félix Acuña subraya que todo el gremio de la hostelería se está viendo muy afectado por las restricciones. “Estas Navidades hemos sufrido varias cancelaciones de última hora, anulaciones de reservas y otros inconvenientes debido a clientes que o bien dan positivo, tienen que someterse a cuarentena por ser contacto directo o simplemente porque tienen miedo a estar en espacios cerrados”.

A ello hay que sumar las inversiones realizadas tanto en víveres y bebida como en medidas de prevención de contagios.

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Todos los municipios de O Salnés y Ullán superaron el temible listón de 500 contagiados por la rápida propagación que se atribuye a ómicron, una incidencia a 14 días que gracias a su menor agresividad permite mantener estable, aunque saturado, el circuito sanitario, como indica el hecho de que el Hospital do Salnés mantenga en cinco las camas ocupadas por COVID. Con todo, la subida de las últimas 24 horas en todos los concellos es casi escandalosa y fácilmente observable en los datos que proporciona Vilagarcía con 537 personas infectadas, es decir 67 más que el día anterior, cuando hace solo una semana se alcanzó el rango de 358 pacientes y por tanto la IA estaba por debajo de los 250 enfermos por cada cien mil habitantes.

La misma tendencia se puede vislumbrar en la estadística que manejan otras localidades de las dos comarcas de referencia. En este sentido cabe poner de manifiesto el caso de Cambados con más de 230 infectados, 80 más que una semana antes: o de O Grove que ayer registraba nada menos que 105 pacientes COVID, 35 más que siete días antes. Una línea ascendente que también ha quedado patente en el “semáforo COVID” que se implantó al principio de la pandemia en Vilanova, cuya luz roja lleva días encendida por superar la IA de 500 pacientes por 100.000 habitantes en la localidad arousana.

En concreto, según marca la aguja del dispositivo ayer eran 104 las personas infectadas, 29 más que el día anterior por lo que el alcalde y médico Gonzalo Durán también llama a la prudencia de los vecinos en el contexto del fin de año. Con preocupación se observa asimismo la tendencia alcista en Meis que en la mañana de ayer superaba los 57 casos positivos y por tanto se mantenía en riesgo muy alto; lo mismo que Meaño en donde son 51 positivos, según la última actualización dada a conocer por el Concello.

Parecidos datos arroja la estadística de la localidad de Ribadumia donde hay 56 infectados, en proporción muy similar a los dos municipios antes señalados, muy preocupante en el sentido de que las tres localidades rondan solo los 5.000 vecinos por lo que la IA se sitúa por encima de los 1.000 pacientes por cada 100.000 habitantes. A Illa tampoco actualizó el número de casos de las 24 últimas hora pero el mapa COVID le atribuye 63 pacientes infectados y una incidencia que supera los 500 casos por cien mil. A Sanxenxo le anota 184 pacientes. Respecto a Catoira, Valga y Pontecesures, en la comarca del Ullán, el Sergas le atribuye 39, 34 y 43 pacientes respectivamente, en una clara tendencia alcista según la Xunta.

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