La difícil lucha contra un invasor llegado de Sudáfrica

A Illa ha conseguido reducir la presencia de arctotheca calendula en Carreirón a testimonial, pero la planta ha tomado el municipio

Retirada de margarita africana de las inmediaciones del parque de Carreirón.

Retirada de margarita africana de las inmediaciones del parque de Carreirón. / A. G.

A. G.

No son pocas las especies foráneas que han conseguido adaptarse al clima benigno de A Illa de Arousa y de la comarca de O Salnés. De hecho, en A Illa han hecho hasta un atlas en el que se identificaba la especie y el lugar donde se ubicaba. Ese trabajo, en el que, además del Concello, participaron expertos de la Sociedade Galega de Historia Natural (SGCN) y varios voluntarios detectó la presencia de 35 especies y permitió alertar del espectacular crecimiento de algunas de ellas.

Una de las que más se estaba expandiendo era la arctotheca calendula o margarita africana o del Cabo, que llegó a propagarse por Carreirón como la pólvora y obligó al Concello a buscar la fórmula de evitar su propagación y que acabase con las plantas dunares del parque. Esa lucha parece haberse ganado en el interior del Carreirón, pero se ha perdido por completo en el resto del municipio. La edil de Medio Ambiente, Gabriele von Hundelshausen, reconoce que en el interior del parque “hemos hecho un trabajo muy minucioso, con una eliminación manual porque la arctotheca tiene mucha facilidad para extender su semilla, por eso debíamos actuar con mucho cuidado”.

Sin querer mostrar un exceso de optimismo, la edil considera que “hemos conseguido frenar su expansión y garantizado la supervivencia de las especies a las que estaba comiendo terreno, pero tuvo que hacerse planta a planta, un trabajo que todavía mantenemos para evitar que pueda proliferar de nuevo con rapidez”. Ello ha sido posible gracias a las ayudas de Rede natura 2000 para este tipo de iniciativas y a la colaboración de varias entidades y de voluntarios, que “se han implicado en evitar que esta, y otras especies invasoras, como el plumacho, acaben tomando el parque de Carreirón”.

Insiste von Hundelshausen en que “con este tipo de especies debemos ser muy perseverantes, hay que programar trabajos de eliminación anuales y tener una estrategia muy clara para enfrentarse a ella”.

Sin embargo, esta situación no ocurre en otros puntos del municipio, como puede ser las inmediaciones del faro de Punta Cabalo. Allí, la presencia de la arctotheca es masiva y ha sustituido prácticamente a las especies autóctonas. “Tiene muchísima facilidad para reproducirse, porque su semilla la arrastramos los propios humanos allí por donde vamos, en las manos, en los pies, en la ropa, en el coche, ...”, explica von Hundelshausen. En el resto de lugares resulta inviable poner en marcha un plan de eliminación por lo que la arctotheca se ha ido convirtiendo en un elemento del paisaje de A Illa.

Su presencia se detectó en A Illa hace ya más de quince años, pero no ha sido hasta la última década cuando ha comenzado a proliferar, sobre todo, en las inmediaciones de los principales arenales, “donde más presencia humana se encuentra, y ha ido cubriendo poco a poco muchos espacios”. También ha llegado a lugares como O Santo y se ha convertido “en un verdadero problema al tratarse de una especie que se ha aclimatado con mucha facilidad a las condiciones climáticas de las Rías Baixas”.

La preservación del parque de Carreirón es una de las prioridades del Concello, tanto por su alto valor natural como por el gran atractivo turístico que tienen sus playas. Por este motivo, se han puesto en marcha una serie de iniciativas en los últimos años para su puesta en valor. Esas acciones fueron desde la restricción del paso de caminantes por las dunas hasta la sustitución de la valla de entrada, pasando por la mejora de los senderos interiores.

La protección del parque fue iniciada por los comuneros de A Illa, propietarios de los terrenos, en los años 80, que apostaron por una fórmula que limitase el acceso al interior como fue la instalación de la valla. Gracias a esa decisión, Carreirón se mantiene como uno de los puntos de referencia para la observación de aves, que eligen este entorno para anidar.

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