El popularmente conocido como “Belén de Santa Eulalia” es un tradicional Nacimiento que puede verse cada año en la iglesia parroquial de Vilagarcía, y que en días tan señalados como hoy luce en todo su esplendor.
Es una de las composiciones clásicas que bien merecen ocupar un lugar destacado en esa gran ruta de los belenes de la que, como se explicaba hace días en FARO, pueden presumir la comarca de O Salnés y los municipios del Ullán.
El Nacimiento de la parroquia de Santa Eulalia se realiza con las figuras actuales desde finales de los años sesenta
El vilagarciano José Manuel Mariño, buen conocedor de la historia de este Belén y una de las personas que lo hacen realidad, explica que “el Nacimiento de la parroquia de Santa Eulalia se realiza con las figuras actuales desde finales de los años sesenta”.
Al igual que recuerda que hasta entonces “la mayoría podían contemplarse en los escaparates de Almacenes Simeón”.
Durante un tiempo ocupó cada Navidad la Capilla del Rosario, dentro del propio templo parroquial de Santa Eulalia, pero “a partir del año 1998 se montó en el local anexo, para darle mayor vistosidad y dar cabida a todas las figuras que poco a poco se iban incorporando”.
Los hermanos Castells
Son ya “más de 200”, entre las que Mariño destaca “varias elaboradas por los afamados belenistas hermanos Castells”.
A lo que se añaden en este decorado alrededor de cuarenta edificaciones, “ocupando una superficie de 60 metros cuadrados”.
Cabe apuntar que el año pasado año, debido a la incidencia de la pandemia y las consiguientes limitaciones de aforo, el “Belén de Santa Eulalia” volvió a sus orígenes y ocupó el interior de la iglesia, en un formato “más reducido, pero no menos vistoso, con el fin de garantizar la seguridad de cuantos lo visitaron”, explica José Manuel Mariño.
Pero en estas fiestas navideñas ya luce de nuevo en todo su esplendor, de ahí que desde la parroquia animen a los vilagarcianos a visitarlo.
Puede hacerse todos los días desde las 18.00 horas, hasta el 6 de enero, o bien siempre que la iglesia esté abierta y en su interior no se esté llevando a cabo ningún oficio religioso.