Una de las entidades acreedoras de Proinsa se ha interesado recientemente en una eventual explotación del parking Xoán XXIII, un aparcamiento subterráneo situado junto a la casa consistorial que lleva años atrapado en una maraña judicial debido al proceso concursal de la concesionaria. La empresa que hace unas semanas se puso en contacto con el Concello le solicitó información con vistas a presentar a una oferta para quedarse con el estacionamiento.
Ravella inicia los trámites para recuperar el aparcamiento
El Concello de Vilagarcía anunció ayer que ha iniciado los trámites para resolver la concesión del parking, atendiendo así lo establecido en la sentencia emitida el pasado mes de septiembre por el Juzgado Contencioso número 3 de Pontevedra, sin prejuicio de lo que pueda dictaminar el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ante el que Ravella ha recurrido el fallo.
El primer paso para comenzar la resolución del contrato y recuperar la concesión ha sido encargar una tasación actualizada del inmueble, la cual valora el mismo en 591.413 euros. La siguiente ficha a mover será dar audiencia a la administración concursal de Proinsa y a las demás partes implicadas, es decir, a las empresas acreedoras. De culminarse el proceso, la gestión del aparcamiento regresaría al Concello, que tendría la opción de explotarlo directamente o bien volver a sacarlo a concurso.
No obstante también puede darse la circunstancia de subrogar la concesión a alguna firma interesada. Por el momento Ravella ha recibido noticias de una, que tendrá que presentar una oferta formal para que pueda ser analizada por los técnicos municipales.
Una indemnización menor
Con respecto a la tasación, desde el Concello señalan que es necesaria para establecer la posible indemnización que tendría que pagar el Ayuntamiento por la recuperación de la concesión del parking antes de cumplirse el plazo de 50 años que dura el contrato.
“Los 591.413 euros en los que fue valorada la edificación dista mucho de la suma que la administración concursal demandaba al Concello, incluso añadiendo los gastos de honorarios técnicos, seguros y tasas. Buena parte de esta diferencia viene dada por los daños detectados en la tasación y que necesitan de la realización de obras de reparación, que se deduce del importe de la valoración”, señalan fuentes municipales.
El perito detecta hongos y líquenes
El perito visitó el céntrico parking subterráneo tres veces. La última fue el 15 de abril del año en curso. En su informe advierte de los problemas de humedad existentes en los encuentros entre las entradas al aparcamiento y la acera, así como en los elementos de ventilación que se ubican en la superficie de la plaza Xoán XXIII.
Ya en el interior, el experto detectó problemas de humedades en las tres plantas. Así, a los desconchados de las paredes, con presencia de hongos y líquenes, y a las eflorescencias en los paramentos horizontales y verticales, se suman desprendimientos en los falsos techos.
También hay agua en el pavimento, el cual está deteriorado. Y los conductos de ventilación, oxidados. El perito apunta en su informe que “la gravedad de los problemas aumenta a medida que se desciende de sótano, conllevando un deterioro acelerado de los materiales que configuran el edificio y suponiendo un problema para la utilización, llegando a hacerlo impracticable en la planta -3”.
