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Andalucía se rinde a la vieira fresca de Cambados

Área de eviscerado de la vieira, de Porto de Cambados

“Hoy fue un día de locura”, afirmó pasadas las ocho de la tarde de ayer el gerente de Porto de Cambados, José Luis Souto. Y no era para menos. Al trajín habitual del primer día de evisceración de vieira se unió un inusitado interés comercial por este marisco. La proximidad de la Navidad y el temor a que la huelga del transporte de la próxima semana dificulte los pedidos, hizo que el teléfono de Souto no parase de sonar casi en todo el día.

La flota de Cambados inició el lunes la campaña de extracción de la vieira. Los tripulantes de los 29 barcos que salieron a pescar descargaron tres toneladas de producto en el muelle de Tragove, y esa fue la vieira que se evisceró y envasó ayer en la nave de Porto de Cambados, empresa que se encarga de la comercialización y que está participada por la Cofradía. A primera hora de la tarde salieron las primeras furgonetas con pedidos. Algunos afortunados ya habrán probado las primeras vieiras frescas de Cambados de la temporada.

Un trabajador muestra una vieira ya envasada al vacío y etiquetada. | // NOÉ PARGA

“La mayoría de los pedidos que salieron hoy se han quedado en Galicia -afirma José Luis Souto-. Pero también hemos enviado lotes para Madrid y para varias ciudades andaluzas, como Córdoba, Málaga o Almería”. Hace un año, el gerente de la empresa aseguraba que le gustaría abrir mercado en Andalucía, y parece que este objetivo empieza a hacerse realidad.

Así las cosas, durante la jornada de ayer salieron unas 6.000 unidades de marisco mediano y todas las existencias de vieira grande. Las grandes plataformas de alimentación se llevaron la mitad.

Pero también se vendió mucho para pequeños clientes, entre los que se encuentran los restaurantes, las pescantinas e incluso los clientes particulares. “Tuvimos mucha venta en puerta”, señala José Luis Souto. La empresa vende la vieira a dos precios: 90 euros la caja de 25 piezas medianas (de entre 11,5 y 12,5 centímetros); y 110 euros la caja de 25 vieiras grandes, que son las de entre 12,5 y 14 centímetros. “Hemos tenido que subirlas un poco con respecto al año pasado porque a nosotros nos ha subido todo, el cartón, el plástico, la madera, el transporte...”.

Una pieza, con el coral y la gónada ya limpios. | // NOÉ PARGA

El trabajo, paso a paso

La vieira que se pesca un día es la que procesa al día siguiente en la nave. Desde que se descarga en el puerto y hasta la mañana siguiente queda en pilones de agua, donde queda a depurar. Allí es recogida por un trabajador, que levanta las cajas, las paletiza y las pasa a la mesa de evisceración.

En esa zona de la instalación, 23 mujeres proceden a eviscerar el marisco, un proceso durante el cual limpian a mano cada pieza y le retiran las vísceras. Solo le dejan el coral y la gónada, dentro de la concha. Por término general, cada trabajadora ha de limpiar y eviscerar unas 100 vieiras a la hora.

Un momento de la preparación de un pedido Noe Parga

De ahí, el bivalvo pasa a una zona donde dos trabajadoras examinan una a una cada pieza, para comprobar que estén en perfecto estado. El siguiente paso es el clasificado según los tamaños, y finalmente se procede al empaquetado y etiquetado. Las vieiras se comercializan bajo la marca Porto de Cambados, y cuentan con el prestigioso sello de calidad de Pesca de Rías. En la parte final de la cadena, las vieiras se preparan para su envío por carretera.

Lo que quedó claro de la jornada de ayer es que hay ganas de vieira fresca de Cambados.

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