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La falta de pediatras se enquista en O Salnés: hay ayuntamientos sin médico desde 2019

Una concentración para solicitar mejoras en la sanidad pública celebrada en A llla. | // NOÉ PARGA

La falta de pediatras ya no es un problema exclusivo de los municipios menos poblados. Los concellos del rural lo sufren en mayor medida, pues a sus vecinos no les queda más remedio que coger el coche para llevar a sus hijos a los ayuntamientos vecinos, pero la falta de especialistas en medicina infanto-juvenil también se deja sentir en los núcleos urbanos de O Salnés. Es algo que quedó patente en esta sexta ola de COVID.

O Grove estaba sufriendo una fuerte escalada de contagios, y una cuarta parte de los infectados eran menores de 12 años. Pese a ello, durante semana y media, no había ni un solo pediatra en el centro de salud de O Grove para hacer un seguimiento de los niños enfermos.

La ausencia de estos profesionales se ha enquistado en la comarca de O Salnés, hasta el extremo de que hay municipios que están sin pediatra desde 2019. Es el caso de Meis o Meaño.

Marta Giráldez y Luis Arosa afirman que muchas familias acuden a los médicos privados al encontrarse con las enormes listas de espera de la sanidad pública

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Pero el problema, lejos de resolverse, aunque solo fuese parcialmente, se ha agravado con el paso de los meses y ahora ya afecta también a las grandes poblaciones urbanas. El centro de salud de Vilagarcía cuenta con cinco plazas de pediatra (cuatro en horario de mañana y uno de tarde), pero solo están trabajando dos por la mañana. Para agravar más las cosas, uno de los dos médicos tiene que desplazarse dos mañanas a Catoira, lo que dificulta aún más la atención en Vilagarcía a los niños que acuden a consulta, ya sea programada o por una urgencia.

También es mala la situación en O Grove. En marzo de este año, el concejal de Sanidade, Javier Caneda, ya alertó al conselleiro de la Xunta y al gerente del área sanitaria de que Pediatría iba a quedar pronto sin efectivos, pero en ese momento no le hicieron caso.

Hace un año había dos médicos en O Grove, pero uno se trasladó a otro centro de salud, y el otro se jubiló. La plaza se cubrió con una profesional, pero la Xunta le concedió posteriormente una excedencia. En la actualidad, hay una sola pediatra para los dos cupos, por lo que tiene a su cargo a toda la población de menores de 14 años de O Grove. La primera consecuencia es que esta profesional soporta una sobrecarga laboral y de presión enorme, y que a los padres no les queda más remedio que armarse de paciencia, puesto que la lista de espera para conseguir una cita se demora hasta dos semanas.

O Grove estuvo sin pediatra alguno a principios de diciembre pese a contar con más de una decena de niños enfermos de COVID

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A principios de este mes, la pediatra cogió unos días de descanso que le correspondían, y el Sergas no cubrió la baja. Javier Caneda apunta al respecto que, “la cuarta parte de los pacientes de COVID que había en esos momentos en O Grove estaban en edad pediátrica y nadie les hizo seguimiento alguno durante ese tiempo”.

También es mala la situación en Cambados, puesto que deberían trabajar cuatro médicos, pero solo hay dos. Hay una tercera pediatra que pasa consulta dos o tres tardes a la semana. El concejal de Sanidade, Constantino Cordal, afirma que, “no estamos contentos”, y que la lista de espera puede ser de hasta diez días. “Lo normal sería que tuviésemos al menos tres pediatras todos los días, porque en Cambados reciben atención niños de otros municipios. La situación es mejorable, puesto que por descansos y vacaciones hay días en que nos quedamos con un solo pediatra”.

5.000 habitantes

La situación es peor si cabe en los municipios de en torno a los 5.000 habitantes, dado que antes de la pandemia tenían pediatra compartido con otras localidades, que consultaba unas horas todas las mañanas en ese pueblo. Ahora, desde hace meses, a las familias no les queda más remedio que coger el coche y trasladarse a Portonovo (a donde acuden los de Meaño y Meis), o a Cambados, que es a donde van los de Ribadumia y A Illa.

La alcaldesa, Marta Giráldez, afirmó ayer que, “vamos camino de dos años sin pediatra”, y que la situación incluso se ha agravado este mes de diciembre, “porque la pediatra de Portonovo asignada a Meis está de baja y no hay sustituto, por lo que los niños de Meis llevan dos semanas sin médico, viendo como les suspenden las citas”.

Giráldez sostiene que el servicio, “es totalmente desastroso”, y que el viernes pasado una madre le aseguró que no le había quedado más remedio que acudir con su hijo a una clínica privada.

En Meis van a cumplir dos años sin pediatra, lo que obliga a las familias a desplazarse a Portonovo

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También están muy molestos en A Illa. El concejal de Sanidade, Luis Arosa, afirma que de hecho en Cambados no se están haciendo las revisiones de los cuatro años, pese a que están indicadas para la detección temprana de posibles problemas de lenguaje, desarrollo o salud bucodental. “Muchas familias están recurriendo a los médicos de pago”, afirmó hace unos días Arosa, reclamando el mismo trato que Ribadumia, a donde el Sergas ha enviado una enfermera para vacunar a los niños. En A Illa, los retrasos en la vacunación son de hasta mes y medio. También es mala la situación en Meaño. El alcalde, Carlos Viéitez, explica que el servicio sanitario es deficiente en esta localidad, puesto que no solo hay falta de pediatras (los niños van a Baltar), sino que también hay falta de médicos de familia, hasta el extremo de que los dos facultativos que tienen hacen peonadas de tarde de lunes a jueves.

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