Cada vez son más frecuentes las invasiones de algas en las playas de la comarca. Y la Compostela no es ajena a este cambio que trae de cabeza a parquistas y mariscadoras, que deben afanarse en retirar el manto verde de la arena para evitar la mortandad de almeja.
Lo que ha extrañado a las mariscadoras de Carril es que en pleno mes de diciembre, a las puertas del invierno, se produzca un episodio de estas características, más propio de temporadas cálidas como el verano. Además, en el momento actual la espectacular invasión de algas que cubre la playa vilagarciana cobra más importancia al ocurrir en la época más importante del año para la agrupación debido a la campaña navideña, la de mayores ventas del año.
Piden ayuda del Concello
“Apenas pudimos retirar algas porque nos enterrábamos. Hemos pedido la pala al Concello porque si no es imposible”, comentan las mariscadoras, que confían en la ayuda del Ayuntamiento de Vilagarcía como ya le brindó en anteriores ocasiones.
Las mariscadoras estuvieron el puente de la Constitución trabajando y ayer también estuvieron extrayendo almeja del único banco que tienen activo. Lo hicieron con dificultad, con el mar revuelto, pero lograron las capturas para llevar por la tarde a la lonja. Entre medias, cuando bajó la marea intentaron amontonar algunas algas para retirarlas, pero la ingente cantidad de ellas hizo imposible las tareas. Hoy volverán a las dos de la tarde, posiblemente ya con la pala del Concello.
Un año sin trabajo
El año pasado los temporales provocaron una alta salinidad en las aguas que arruinó la principal zona de producción de la agrupación de marisqueo a pie de Carril, es decir, la de Os Lombos, en la desembocadura del río Ulla, donde desempeñaban el 80% de su actividad.
Con Os Lombos esquilmado y A Fangueira sin servir de alternativa al tratarse de un banco muy pequeño, solo les quedaba la playa Compostela, que según los muestreos de los biólogos ya se había recuperado de la riada, lo que permitió poner fin al cese de actividad por causa de fuerza mayor el pasado 30 de septiembre.
Fue en el mes de octubre cuando las mariscadoras carrilexas retomaron las labores de extracción después de un duro año sin trabajar. Con todo, la vuelta al tajo se estableció con unos cupos bajos para que el recurso sea suficiente para varios meses, sobre todo pensando ahora en el mes de diciembre, el más fuerte del año para el sector debido a las Navidades.
A principios de noviembre la playa sufrió una invasión de algas que pudieron retirar a tiempo y salvar el marisco. Un mes después vuelven a enfrentarse al mismo problema pero de un mayor calibre.
