La invasión de zonas peatonales por parte de furgonetas y camiones de reparto no cesa. Y no solo se mantiene, sino que se suma a la presión que ejercen esos mismos vehículos en la flamante ciclovía de Vilagarcía.
La situación, de la que también son responsables numerosos conductores a título particular que no dudan en circular con sus turismos por zonas prohibidas, sigue siendo especialmente grave en la plaza de Galicia.
En este caso hay que decir que el espacio peatonal es menor desde que se instaló el árbol de Navidad.
Si a esto se suma que, en ocasiones, se colocan monolitos promocionales, carpas informativas y un puesto de venta de castañas, puede concluirse que queda poco espacio para el tránsito de vehículos.
Aún así, siguen circulando, sin importarles que la plaza pueda estar llena de público y sin respetar los horarios establecidos para el reparto.
Al igual que sucede en otras calles peatonales donde se colocaron los mercadillos navideños o los jardines efímeros que se ven igualmente amenazadas por la circulación rodada.
Como ya se explicó en otras ocasiones, hay repartidores que usan las zonas establecidas al efecto, estacionando en ellas para después moverse a pie con los paquetes por la ciudad.
Pero otros llegan con las furgonetas y camiones hasta le puerta de destino, sin importarles poner en peligro la vida de los peatones.
Como se decía antes, la situación empieza a complicarse también en la ciclovía, ya que hay conductores que la usan como zona de estacionamiento, obligando a las bicicletas y patinetes que la usan a subirse a la acera o invadir la calzada si quieren seguir camino.