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El “Tina Hosted” cumple un año hundido y amenazando la navegación en A Illa

Zona de hundimiento del “Tina Hosted”. | // NOÉ PARGA

Tal día como ayer de 2020, una vía de agua llevó a pique el “Tina Hosted”, un viejo velero danés de la década de 1940, que llevaba tres años abandonado a la entrada del puerto de A Illa. Un año después, la embarcación continúa hundida en la dársena, molestando sensiblemente la navegación por la zona. “Cuando provoca más peligro es durante la bajamar, pero molesta siempre”, apunta el patrón mayor, Juan José Millán.

El “Tina Hosted”, con casco de madera, fue pesquero y barco de pasaje hasta pasar de mano en mano y quedar abandonado. Se hundió el 6 de diciembre de 2020, y al principio incluso sobresalían del agua los palos. En la actualidad, ese peligro ya no existe, pues fueron retirados por algún armador cansado de enfrentarse al riesgo constante de colisionar con ellos mientras las administraciones intentaban evitar el costoso reflotamiento.

“Nos perjudica a todos porque está a la entrada de un puerto”

Juan José Millán - Patrón mayor de A Illa

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Pero aún así, la presencia de un pecio en la boca de una dársena nunca es buena. Es especialmente molesta durante las bajamares, si bien con marea alta también puede suponer un problema para barcos de mayor calado. La Cofradía y el Ayuntamiento de A Illa solicitaron en más de una ocasión la retirada de la embarcación, al igual que las asociaciones de mejilloneros. “Nos perjudica a todos porque está a la entrada de un puerto”, señala Juan José Millán, ya que por ahí navegan tanto las planeadoras de los mariscadores como los barcos de recreo. Los bateeiros van más por fuera, pero eso no los exime de riesgos, puesto que en el muelle de O Xufre descargan a menudo barcos de otros puertos, cuyos patrones pueden desconocer la existencia del pecio.

Por ello, la flota sigue esperando a que Costas del Estado o Portos de Galicia muevan ficha y procedan a la retirada del barco, antes de que haya que lamentar un accidente. En este sentido, a finales del verano la Capitanía Marítima envió a una dotación de Salvamento Marítimo a la zona, para que identificase el punto exacto en el que se encuentra la nave hundida. Fue el último paso que dio la administración que ha trascendido al sector.

La retirada de la embarcación mejoraría sensiblemente la seguridad de la navegación, puesto que en la actualidad incluso se aprecia como la boya del muerto, “está sobreaguada”. “Hay más boyas donde se amarraban antes los muertos que habrá que ir quitando con el tiempo”, plantea el presidente del pósito isleño.

El "Tina Hosted", a la izquierda, antes del naufragio INAKI ABELLA DIEGUEZ

Pecios y falta de amarres

En la ría de Arousa hay decenas de embarcaciones abandonadas, o cuyos propietarios las han dado de baja, a la espera de venderlas o de subirlas algún día a tierra. La mayoría están en zonas de fondeo donde no molestan demasiado, pero otras sí causan trastornos a la flota profesional, porque ocupan plazas de amarre muy necesarias o porque tras hundirse suponen un serio peligro para la navegación.

Un caso paradigmático de esto fue la plataforma de la ‘hatchery’ de Remagro, que ocupó zona de amarre en O Grove durante tres años, y que recientemente fue retirada y subida a tierra en Cambados.

En Ribeira también sufrieron durante años quebraderos de cabeza por la presencia de buques abandonados, como el “Furabolos” o el “L’Etel”, un palangrero construido en Francia en 1967 y que tuvo una vida muy azarosa, pues fue pasto de las llamas en un incendio, hogar de indigentes, y en enero de 2019, se hundió. Su reflotamiento fue presupuestado en medio millón de euros. Este tipo de embarcaciones que pasan años pudriéndose no solo son un riesgo, sino también una fuente de contaminación del agua, pues a menudo provocan vertidos de combustible.

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