Ana Granja: "Un plan no es nada, pero que la planificación lo es todo"

El presidente Eisenhower solía decir que un plan no es nada, pero que la planificación lo es todo.

El gobierno de Vilagarcía dice todo lo contrario. O si no lo dice expresamente, así lo aplica. Porque por sus actos vemos que Alberto Varela y su equipo tienen muchos planes. Pero planificación, ninguna. Lo cual es indispensable si uno quiere evitar un caos como el que desgraciadamente vivimos diariamente en nuestra ciudad.

Un caos de movilidad que está cerrando Vilagarcía cada vez más, con más calles cortadas al tráfico, menos aparcamiento y más atascos. A lo que se añade la construcción de un carril bici que, por no haber sido debidamente planificado, está complicando aún más la situación, congestionando arterias como Rodrigo de Mendoza o Doutor Tourón, que pasan de ser grandes avenidas a poco más que caminos de servicio por los que agobia circular.

Todo ello resultado de una falta de planificación por parte de un gobierno que, por no tener, no tiene todavía aprobado el PXOM (cosa que en su día reprochaban al PP).

Un gobierno que, en lugar de dar soluciones a los problemas reales, se dedica a crear otros donde no los había y pretender resolverlos generando otro más.

Es justo lo que está ocurriendo en el entorno de la plaza de abastos, porque el problema del proyecto de convivencia entre el mercadillo y el tráfico rodado en la calle Alexandre Bóveda no es más que un “parche” para intentar solucionar el problema derivado de peatonalizar Arzobispo Lago y Conde Vallellano.

El gobierno se ha dado cuenta ahora de que, por su empeño en peatonalizar todo, se está quedando sin calles por las que los vehículos puedan circular. ¿Su solución? Meterlos en medio de los puestos y de los clientes los días de mercado.

Es decir, crear un problema y pretender solucionarlo creando otro. Y así llevamos seis años.

Dios quiera que todo esto no culmine con la desaparición del popular mercadillo y la ruina de los placeros ¡Están los tiempos como para eso!

Vilagarcía se merece ser una ciudad de tod@s y para tod@s. En la que podamos convivir peatones, ciclistas, vehículos, comerciantes, placeros, vendedores ambulantes, los que vivimos en el centro y los que a diario llegan desde el rural.

En definitiva, una ciudad que cuente con una planificación meditada en la que prime siempre la convivencia.

(*) Ana Granja, portavoz del PP de Vilagarcía.