Ver a alguien corriendo por el centro de Vilagarcía mientras otra persona lo persigue en la distancia, o percatarse de la presencia de agentes de policía a las puertas de tiendas de ropa u otros negocios, empieza a ser una imagen demasiado frecuente en la ciudad.
Esto se debe a un aumento considerable de los hurtos que se perpetran en el interior de negocios de todo tipo, tanto en grandes cadenas como en el pequeño comercio local.
Así lo denuncian los vendedores y empresarios de Vilagarcía que han sufrido robos –cada vez más– y que, de un tiempo a esta parte, dicen apreciar un “fuerte repunte” de la delincuencia.
Entran, roban y se van
Algo que confirman en la plaza de abastos, supermercados e incluso locales de hostelería y peluquerías de la ciudad vilagarciana, entre otros negocios que también han sufrido la acción de los cacos.
El “modus operandi” es casi siempre el mismo: entran, cogen lo que quieren y salen corriendo. Si nadie los atrapa, “misión cumplida”. Si los alcanzan o los ladrones asumen que no pueden salirse con la suya, solo tienen que tirar el producto robado y marcharse tranquilamente.
Prendas valoradas en varios cientos de euros y cajas de cigalas y langostinos
Así han robado en los últimos días prendas de ropa –alguna valoradas en varios cientos de euros–, cajas de cigalas y langostinos, como sucedió en la plaza de abastos y algún supermercado, joyas y otros muchos objetos.
Los hay, incluso, que aprovechan para sustraer teléfonos móviles o bolsos que tienen en mesas o sillas los clientes de bares y restaurantes, aprovechando el mínimo despiste para llevárselos o acercándose con la “disculpa” de pedir limosna.
“Perseguí a un ladrón durante un buen rato pero no conseguí atraparlo”, explica un joven que trabaja en una tienda de ropa del centro.
“Salimos a buscarlo por toda Vilagarcía, pero no lo encontramos”, lamenta la dependienta de otro negocio.
Grabaciones de vídeo
En algunos caso hay grabaciones de vídeo que muestran a los cacos escapándose con los objetos robados, “pero algunas imágenes no pueden ser usadas y otras sirven de poco si no se les puede identificar, o si lo que robaron no es suficiente como para implicar de lleno a la policía”, reflexionan varios afectados.
Todos piden mayor presencia policial, indican que los problemas aumentan los días de feria –martes y sábado– y pronostican que “esto irá a peor”, sobre todo ahora que se acerca la Navidad y hay más gente en las calles y comercios, “puesto que así los ladrones pueden pasar más desapercibidos”.
En definitiva, que comerciantes y hosteleros vilagarcianos muestran su preocupación por “un problema grave que sufrimos desde hace mucho y ahora parece agravarse; un problema que, además, se suma a otros muchos que tenemos que soportar los autónomos en esta época de crisis”, sentencian.