Pasadas las cinco de la tarde de ayer, tres horas después de que comenzara el operativo de rescate puesto en marcha en aguas de A Toxa (O Grove), los tres delfines confinados en la zona desde el miércoles habían sido atrapados y transportados "a mano" al otro lado del puente de la isla, bajo el que no se atrevían a pasar.

Fueron acorralados, reducidos y desplazados por el equipo de rescatadores, lo cual ha dado lugar a una reacción inmediata por parte de quienes consideran que se trata de un caso de “maltrato animal”.

Los rescatadores tratan de acorralar a los delfines. Paco Luna

El dispositivo organizado por la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma), encargada de gestionar la Red de Varamientos de Galicia, implicó a medio centenar de personas que, con ayuda de piraguas, canoas y botes, intentan acotar la zona de navegación de los delfines para, prácticamente, hacerlos varar.

Tres delfines atrapados en A Toxa

Tres delfines atrapados en A Toxa Manuel Méndez

La idea era atraparlos y, con ayuda de camillas, conducirlos al otro lado del puente de A Toxa para que pudieran regresar a mar abierto. Y así se ha hecho.

 

Todo ello después de una intensa charla en la orilla para explicar a los voluntarios cómo actuar. Fue después de una veintena de intentos fallidos cuando se capturó al primero de los tres delfines adultos protagonistas de esta historia, ya que hasta entonces seguían nadando cómoda y alegremente, sin dejarse atrapar y escabulléndose sin problema alguno cuando las piraguas parecían acorralarlos. Los arroaces solo tenían que sumergirse para escapar bajo las embarcaciones.

Un momento del operativo. Paco Luna

"Mareas muertas"

Complicaba la situación el hecho de que las mareas sean “muertas”. Es decir, que los episodios de bajamar y pleamar sean demasiado suaves. Esto supone que el nivel del agua no baja lo suficiente como para hacerlos varar. Razón por la que el Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI) criticaba esta misma mañana el operativo diseñado, al considerarlo “innecesario e inútil”.

Su director, Bruno Díaz López, no solo insistió en la peligrosidad de la maniobra, por tratarse de tres animales salvajes, adultos y fuertes que pueden poner en peligro la integridad de sus rescatadores. También alertaba de que una acción así puede estresarlos en exceso y causarles problemas importantes.

Por eso considera que este rescate no tiene sentido, y menos aún, cuando “esos tres delfines no corren peligro alguno”, advertía.

Canoas y piraguas persiguiendo a los cetáceos en aguas de A Toxa. Paco Luna

El BDRI se desvinculó del operativo y alertó de su peligro para los animales

Este doctor en Ecología por la Universidad de Burdeos puntualizaba: “Nos desvinculamos de este rescate porque no consideramos oportuno intervenir hoy, dado el alto nivel de la marea y unas dificultades logísticas que pueden provocar un daño a los animales”.

Consideraba, además, que “este tipo de operaciones han de ser lo menos invasivas posible, para minimizar la carga de estrés y el riesgo de hacer daño a los delfines, que es lo que puede suceder en este caso”.

Participaron medio centenar de personas.

Estas reflexiones se tornaron en una crítica brutal cuando el primero de los delfines pudo ser empujado hacia la orilla de la playa de A Toxa para ser reducido e introducido en la camilla.

Duras críticas de Bruno Díaz a la Cemma y gente llorando

“Es un operativo totalmente invasivo que puede causar daño a los animales y en el que se muestra un total desconocimiento de los efectos del síndrome de la miopatía por captura derivada del estrés en los delfines”, denunciaba inmediatamente Bruno Díaz López.

El público sigue las evoluciones del rescate desde el puente. Paco Luna

Lo hacía al tiempo que apuntaba que “incluso hay gente llorando al ver que tienen un delfín tirado sobre la arena durante veinte minutos, antes de arrastrarlo golpeándolo con las rocas y volviéndolo totalmente loco”.

Muy irritado ante esta situación, el director del BDRI advierte de que “se trata de una captura de animales salvajes en su medio de vida natural, y además se hace sin justificación y de una forma totalmente invasiva, lo que me ha obligado a intervenir y a exigir la intervención de las autoridades para evitar que se siguiese teniendo a un animal durante más de 20 minutos fuera del agua y en avanzado nivel de estrés”.

Se trata de una captura de animales salvajes en su medio de vida natural, y además se hace sin justificación y de una forma totalmente invasiva

Es por ello que pide explicaciones a la Xunta y al Gobierno de España, tratando de saber “de qué permisos disponen los supuestos rescatadores para hacer esta operación y quién los concedió”.

El delfín tendido sobre la arena tras ser acorralado en la orilla. Paco Luna

Al tiempo que denuncia “una agresión escalofriante a los delfines”, Bruno Díaz sostiene que trató de dialogar con la Cemma, "pero no se puede hacer nada, ya que decidieron actuar contra los delfines aún a riesgo de causarles un daño enorme y atacándolos en su propio medio de vida y dentro de una zona protegida de la Red Natura 2000”.

Todo ello “a pesar de que, como hemos advertido después de las diez primeras horas de estudio de estos animales, presentan un comportamiento toralmente normal y no existe riesgo de varamiento”.

Uno de los delfines, después de ser atrapado y llevado a la orilla. Paco Luna

Estaban "en perfecto estado" y sin riesgo de varar

Parece ser que “tanto la producción acústica como el comportamiento en superficie y bajo el agua nos indican una total normalidad en su comportamiento, y tampoco se observaron signos evidentes de estrés ni nada anómalo, siendo la actitud predominante la socio-sexual, que es bastante común entre machos que refuerzan sus lazos de unión”.

Dicho lo cual, el BDRI insiste en que “el coeficiente de mareas es bastante bajo durante esta semana, por lo que durante la bajamar se pudo constatar que no existía riesgo alguno de varamiento, al haber más de 1,5 metros de profundidad”.

En cuanto al hecho de que los delfines estuvieran en la misma zona desde el miércoles, Bruno Díaz sostiene que “no es lo más normal, pero en este caso, y conociendo las preferencias que muestran estos tres ejemplares, a los que gusta alimentarse detrás de A Toxa, tampoco lo debemos considerar como una sorpresa que estén ahí”.

"Irrumpió en la playa dando gritos"

Al contrario de lo que opina el BDRI, la Cemma no solo justifica totalmente la intervención, sino que destaca el éxito cosechado con la mismas. Así, tras criticar que “Bruno Díaz se negó a participar en el rescate, a pesar de que fue expresamente invitado a ello”, denuncia que “irrumpió en la playa, poniendo en peligro su vida, la de los rescatadores y la de los propios animales”.

Parece que lo hizo “dando gritos y pidiendo que detuviéramos la intervención, la cual estaba plenamente justificada, por eso fuimos nosotros los que tuvimos que requerir a la policía que lo apartara de allí”.

Treinta años de experiencia

Añade la Cemma que esta es “una organización con treinta años de experiencia que desde hace dos décadas defiende este tipo de situaciones en el entorno de A Toxa, donde en este tiempo hemos asistido a dieciséis delfines”.

Lo que quieren decir en este colectivo, dirigido por Alfredo López, es que saben lo que hacen y tienen “experiencia para llevar a cabo rescates como el vivido esta tarde, el cual ha sido aplaudido por todos los participantes y la gente de O Grove que lo presenció”.

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Dicho lo cual, aclaran que “no se puede permitir que los delfines queden atrapados y sin alimentación en una zona así porque acabarían muriendo, de ahí que decidiéramos sacarlos de la zona, teniendo siempre muy presente que somos la única organización autorizada para manipular este tipo de animales y que actuamos siempre con el visto bueno de la Consellería de Medio Ambiente”.

En definitiva, que fue un operativo tan “delicado” y “complejo” como polémico que, al menos, se saldó “con un resultado muy positivo, como fue el de la liberación de los tres animales, para satisfacción y orgullo de todos”, proclama la Cemma.