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José Dieste Navazas nnficha personal | Sumiller y organizador de la feria de vino Castes

“Las bodegas que vienen a Castes están muy bien referenciadas entre sumilleres”

Dieste ve como objetivo el crear una cultura de vino. Iñaki Abella

Vilagarcía se convierte hoy domingo y mañana lunes en capital del vino en Galicia. El motivo es la celebración de la feria Castes, organizada por el sumiller vilagarciano José Dieste en la Vinoteca Derby. Toda una referencia para disfrutar, conocer y expandir toda una cultura.

– Lo primero, ¿de dónde viene el nombre de Castes?

Realmente castes son variedades de vino. Son las variedades autóctonas que tenemos, las vides en sí. Una castes sería el albariño, la godello… Castes son los distintos tipos de vino. Eso viene porque Galicia es una zona, vitivinícolamente hablando, muy pequeñita, pero con muchas variedades autóctonas. Hay sobre 85 castes autóctonas. En otras zonas, como La Rioja, hay sobre unas 20 castes o poco más. Galicia es una de las zonas más ricas en cuanto a variedad de vinos. Podría compararse a Italia. Hemos recuperado además especies autóctonas después de un trabajo muy duro de mucha gente.

– ¿Cómo y por qué empezó la aventura de Castes?

Fue y es una aventura porque me apetecía traer algo de cultura de vino a Vilagarcía. Paradójicamente en zonas de grandes vinos no hay cultura de vino. Me refiero a conocimiento más transversal del vino y de las bodegas. Y es que hay muchas bodegas que no tenían voz y deberían conocerse en la zona a la que pertenecen cuando son bodegas que fuera están muy bien valoradas. Son bodegas de una grandísima importancia porque intentan trabajar el viñedo y embotellar un paisaje. Cuando se prueban son vinos auténticos y que tienen mucha tipicidad. Galicia está llamando mucho la atención. Lo de Castes, como feria independiente, es porque quiero que puedan entrar bodegas que hacen de la calidad y del método una característica innegociable.

– Es decir que Castes parece que trata de poner en valor la clase media del vino.

Son bodegas muy pequeñas y lo que se trata es de darle voz aquí, la misma que ya tienen fuera. Deberíamos empezar a predicar un poquito en nuestra casa. Que se conozca el Ribeira Sacra auténtico, los colleiteiros del Ribeiro que son extremadamente buenos... Que no solo se conozca lo que es de gran envergadura o de más producción. No estoy descubriendo nada porque en la alta restauración ya lo ves. Las bodegas que vienen a Castes están muy bien referenciadas en las mejores cavas de los mejores sumilleres del mundo. Están exportando a zonas muy exigentes como los mercados de Dinamarca, Inglaterra y Estados Unidos que son mercados en los que solo puedes entrar con calidad. Lo que une a las bodegas en Castes es que todas trabajan a partir de viñedos propios y la misma persona hace un trabajo de viñedo a bodega que no sea muy intrusivo en ninguna de las dos direcciones. Buscan la máxima calidad de uva y transformarla en bebida. El resultado suele ser una maravilla.

La feria vinícola Castes cuenta con el respaldo del Concello de Vilagarcía. Iñaki Abella

– Parece entonces que Castes es una alegoría a la calidad artesanal del vino.

Sí, estamos viviendo una generación de bodegueros con mucha más técnica que hace años. Gente muy formada y con experiencia en grandes bodegas, además de tener la historia y la tradición familiar. Todo ese cóctel con una técnica mejorada. Con todo eso el resultado es de mucha calidad. Galicia además está en una época muy dorada en cuanto a vino. Se habla de que pueden venir para aquí bodegas de la magnitud de Vega Sicilia. Se están haciendo muy bien las cosas y hay mucho potencial. Se está llamando mucho la atención gracias al trabajo de labradores, de sumilleres… Es un gran hermanamiento que tenemos y eso está abriendo y cambiando el mercado. Fuera está llamando mucho la atención.

– ¿Estamos viviendo una moda del vino?

Dios quiera que sí porque el consumo del vino en los últimos 20 o 30 años ha caído muchísimo. Siendo un país tan productor como es España, es chocante que haya tan poca cultura de vino. En Francia hay gente de 18 años que sale a disfrutar de un vino y va a tomar vinos. Vas a una discoteca en Inglaterra, y eso sí que es moda, y ves a gente bebiendo allí un vino. Aquí me gustaría que hubiese un poco más de eso. Que se vea que todo el mundo puede encontrar su vino. Es chocante que la gente escape del vino en una zona tan buena como en la que vivimos. Quizá hubo un error en su momento de vincular el consumo del vino a algo muy elitista, pero eso está cambiando. Parte del trabajo de nosotros, los sumilleres, es tratar de corregir aquellos errores y acercar al vino de manera más sutil. Yo cuando hablo de vino, por ejemplo, hablo de climatología, de maduración de la fruta… Así la gente lo puede llegar a entender.

“Vayas a la zona que vayas de España se toman los vinos de ese lugar. En cambio, en Galicia no es así. Es ilógico”

José Dieste Navazas - Sumiller y organizador de la Feria Castes

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Quizá el vino en España esté demasiado estigmatizado. Es decir, o es algo muy snob o algo muy marginal socialmente hablando. ¿Falta llegar al consumidor medio?

En el Derby mis vinos están todos entre 18 y 38 euros. Es que entiendo que es el vino del que vas a disfrutar en calidad y precio. Un vino accesible a todo el mundo. Hay botellas muy buenas por un precio razonable, sobre todo en España. Hay que llegar a la gente que le guste disfrutar de un buen vino. Yo mismo invito a probar los vinos gallegos y salir de los hábitos de Rioja o Ribera, porque los hay en Galicia de una calidad muy similar. Vayas a la zona que vayas de España se toman los vinos de la zona. En cambio, en Galicia no es así, es algo ilógico.

– ¿Y cómo se hace eso de disfrutar de una feria del vino sin perder la verticalidad?

Todo ello con mesura. Aquí tienes cinco horas. El precio aquí es simbólico. Hay que tener aguante y hacerlo bien para no irse de la curva. La estrategia es probar muy poquito e incluso escupir, pero sin técnica no tiene sentido. Es para ir probando y disfrutar con lo que te ha gustado más. Hay que experimentar, pero no es necesario probar de todo. Lo que se pruebe hay que hacerlo con paciencia.

Las bodegas que pasarán entre hoy domingo y mañana lunes por la Vinoteca Derby cuentan con un gran estatus en el sector. Iñaki Abella

– Lo que sí tiene cabida como experiencia en Castes es la denominada speak easy.

Es un formato que nace durante la ley seca en los años 20. Se decía speak easy en plan habla claro en tapadillos clandestinos para poder beber alcohol. Tengo un espacio para acceder a esa experiencia. Y las catas verticales la haremos en este espacio. Un lugar al que se accede de manera privada, un sitio oculto y que es una zona para disfrutar del vino. Se hace con reserva y ya está completo porque solo eran 14 plazas. También está la Wine Party es una sesión de vino y música con aforo controlado. Me gustaría explorar en esa opción de combinar vino y música. A través de la música se puede encontrar una línea muy positiva para el vino.

“Parece que nos robaron el derecho a entender de vino”


-El vino, además de beberlo, hay que entenderlo?

El vino, sobre todo, hay que disfrutarlo. Cuando viene alguien a Castes se deja aquí todos los clichés porque prueban un producto top. Se prueba y los prejuicios se van por otro lado. Cambia el prisma. La idea es intentar hacer labor formativa. Enseñar al cliente a ser crítico a la hora de elegir. Parece que nos han robado el derecho a entender de vino. Se puede opinar de aquello que te gusta.

– Castes vuelve después de un receso de un año y en un formato reducido de dos días.

El domingo es la apertura al público en general y el lunes tiene un enfoque más profesional con actividades compatibles totalmente. La situación aún es complicada y no quería masificaciones. Tampoco viajes complicados. El formato de este año será el de túnel del vino. Con un trayecto marcado. También habrá una fiesta y actividades para que la gente que venga lo disfrute. Habrá catas verticales donde se verá el potencial de guarda de bodegas. Verán el histórico y la evolución de una bodega.

– ¿Para disfrutar de Castes cuáles son los requisitos?

Tienes que ser consumidor. No puedes venir sin haber tomado vino. El que venga va a disfrutar mucho porque no solo va a conocer el vino sino a la persona que lo hace, que eso también es mágico y se aprende muchísimo. Otros años quiero hacer talleres de cata y un túnel del vino más heterogéneo, abierto y con fichas de catas y demás. Castes se hace para que la gente venga a Vilagarcía y para crear una cultura de vino.

– En una situación de normalidad sanitaria, ¿cuál es el modelo de feria que le gustaría?

Mi idea no es que sea una feria grande. Quiero un formato máximo de 120 bodegas y que crezcan las actividades a su alrededor. Así se puede mantener la calidad. Poner en contraste el vino gallego con referencias de fuera. Así se puede demostrar el nivel que tenemos, que es muy alto.

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