A Illa recurre a la protesta y al contencioso para frenar la nave en O Aguiúncho

Colectivos económicos y sociales mostraron su rechazo a la construcción de una nave en O Xufre.

Colectivos económicos y sociales mostraron su rechazo a la construcción de una nave en O Xufre. / R. A.

A. G.

A Illa

La construcción de una nave para hibernar en la zona de O Aguiúncho, en A Illa de Arousa, ha puesto en pie de guerra a todas las asociaciones de productores del municipio y a diferentes colectivos que consideran una “auténtica aberración” que se lleve a cabo en plena fachada marítima. De esa circunstancia culpan a Portos de Galicia, el ente responsable de los terrenos y de haber autorizado la obra pese a las reuniones mantenidas con la presidenta, Susana Lenguas, para tratar de ofrecer proyectos alternativos para esa ubicación. Es por ello que el sector se va a concentrar en el lugar en el que se está construyendo la nave en el día de hoy, a partir de las 17.30 horas, para reclamar a Portos que dé marcha atrás en la autorización de la licencia. Además, advierte el alcalde del municipio, Carlos Iglesias, que “estamos dispuestos a llevar la licencia ante el contencioso si es necesario para frenar su construcción”.

Las quejas del sector y de los colectivos vienen por dos cuestiones fundamentales, el nulo terreno portuario que va a dejar esta nave y el impacto visual que va a causar esta infraestructura en la fachada marítima. La primera de las reivindicaciones fue defendida por los sectores productivos que han visto como, en los últimos años, el espacio portuario se reducía de tal forma que resulta imposible sacar adelante diferentes proyectos que van desde la construcción de naves de aperos para los marineros a la instalación de una electrolinera para un proyecto de electrificación de la flota bateeira de A Illa, una apuesta realizada a través del programa Europeo EU Islands. Ninguna de esas iniciativas, y alguna más, van a poder disponer “de espacio en zona portuaria, por eso creemos que, el poco suelo público que hay no se puede entregar a una empresa privada de esta forma, debe ser para un sector fundamental en la economía del municipio”.

La segunda de las reclamaciones gira alrededor del impacto visual que va a causar esa nave. Ana Millán, presidenta de Arousa en Transición, es muy clarificadora al respecto: “mientras en otros municipios, como es el caso de Vilagarcía, trata de abrirse la ciudad al mar, nosotros, con esta obra, vamos en dirección contraria, y se hace en un entorno paisajístico que se debería proteger”. Insistían en que “legalmente, podrá construirse la nave, socialmente ese proyecto es indeseable para los vecinos de A Illa”.

Los colectivos también denuncian la ausencia de implicación de Portos de Galicia a sus demandas. “Los barcos tradicionales están siendo expulsados de los puertos”, explicaban, en alusión a la ausencia de una Mariña Tradicional que llevan años reclamando. También se recordaron en la rueda de prensa los problemas de los marineros para cambiarse detrás de la lonja al carecer de un espacio adecuado; el problema del contradique de abrigo, muy diferente al que reclamaba el sector en su día; o ser uno de los puertos de la ría de Arousa que más paga en tasas portuarias y que menos servicios posee, lo que “da una sensación, por parte de Portos, de abandono hacia A Illa”.

Todas las entidades insistieron en que “esto no es contra la empresa, sino contra las decisiones que adopta Portos”. El regidor reconoció que la administración local no había estado muy afortunada a la hora de no presentar alegaciones, admitiendo que “cuando nos enteramos de la obra, ya era demasiado tarde y el período de exposición público, para este tipo de obras, es bastante escaso”. Reconoce también que el Concello “autorizó la obra porque, de no hacerlo, hubiésemos caído en una prevaricación, pero creemos que para ese terreno son mucho más importantes los proyectos que plantean los sectores productivos.

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Las obras para construir una nave de doce metros de alto en su punto más alto y nueve en el alero no recibió ningún informe en contra del concello de A Illa y se ajustan a la legalidad en todos sus trámites. Así se apunta desde la empresa que la promueve, recordando que Portos llegó a ponerse en contacto hasta en tres ocasiones con la administración local para comunicarle el proyecto. La primera de ellas fue en octubre del pasado año, realizando una consulta urbanística sobre si sería posible construir la nave teniendo en cuenta el PXOM local. Días después, el Concello contestó que en la zona era aplicable la Lei de Portos y el proyecto se “ajusta a la DEUP aprobada en 2015”. En abril, Portos solicitó un informe sectorial al Concello, además de iniciar el proceso de exposición pública, una comunicación que reitera semanas después al no haber ningún tipo de contestación. Además, explican desde la empresa, las ayudas que se gestionaron para la nave se hicieron a través del GALP, donde el alcalde de A Illa y representantes de la Cofradía y de las asociaciones bateeiros forman parte de la comisión que estudia y otorga las subvenciones y “no pudieron ningún tipo de impedimento”. Es más, el pasado mes de agosto autorizaron una prórroga a la ejecución del proyecto. Es por ello que “estaban plenamente informados de que se iba a hacer esta actuación y todas las afirmaciones que puedan hacerse que no sean estas es faltara a la verdad”. También recuerdan al PSOE que la nave no es “para uso privado, sino que es una inversión privada para poner al servicio de todos los sectores del mar, sin restricciones, y ampliar los que ya se prestan en el varadero”.

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