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A Illa ultima los permisos para el uso de drones de vigilancia en zonas marisqueras

Un vigilante de A Illa muestra el dron con el que comenzarán a vigilar las playas en breve.

Quedan tan solo unos permisos de vuelo pendientes para que la Cofradía de A Illa pueda comenzar a vigilar sus bancos marisqueros con un dron, una autorizació que esperan le concedan en los próximos días después de una serie de reuniones con la Subdelegación del Gobierno para poner en marcha una iniciativa que, a entender del patrón mayor, Juan José Rial Millán, va a resultar fundamental para mejorar el control del furtivismo en las playas del municipio.

Hasta el momento, el dron ha estado volando en pruebas, con un vigilante que actuará de piloto completando su formación y adaptándose a su funcionamiento, sobre todo a la visión panorámica y a la nocturna, dos de las cualidades que van a resultar más importantes a la hora de localizar a los furtivos en las playas de A Illa. El coste del aparato, entre el cuerpo principal, las baterías y los permisos para que pueda volar asciende a unos 6.000 euros, cantidad que Millán da por bien invertida si sirve “para evitar que las playas puedan resultar esquilmadas, además de facilitar a los vigilantes que lleguen a lugares complicados o a otros donde los ilegales les ven llegar mucho antes perfectamente”. Su compra se financió a través de los Fondos Marítimos para la Pesca, fondos llegados desde Europa para mejorar el trabajo del sector, como ocurre con esta inversión en garantizar una vigilancia de los más de treinta kilómetros de playas mucho más eficaz.

Tras los vuelos de prueba que ha realizado, Millán está encantado con su funcionamiento por las múltiples opciones que ofrece. Cuenta con un reflector muy potente e incluso “puedes hablar a través de un altavoz con el furtivo para darle el alto”. Además, insiste Millán, es capaz de llegar mucho más rápido a puntos a los que a la vigilancia convencional le costaría y cuenta con una autonomía de media hora por batería, “y tenemos ocho”, además de ser muy silencioso, algo fundamental para sorprender a los ilegales.

Además de la visión nocturna, el pósito estudia como controlar las playas en verano y reducir la carga de trabajo que pesa sobre las mariscadoras para controlar a los furtivos de bañador al “permitirnos extender las áreas de vigilancia”. Ese control también llegaría hasta Areoso, islote al que “con el dron se llega mucho más rápido que con una lancha, y sobre todo, de forma más disimulada, para poder coger con las manos en la masa a las personas que no respetan la prohibición de mariscar”. Insiste Millán en que, con la lancha, “nos ven llegar mucho antes de que estemos en el islote, pero el dron permite identificarlos perfectamente sin necesidad de desplazar hasta allí a un grupo de personas”.

También resalta Millán “el ahorro en combustibles que va a suponer la puesta en marcha de este servicio mientras ampliamos las zonas de vigilancia”.

Una salida laboral en la Mancomunidade


Una de las entidades que vio desde el principio las posibilidades de utilizar drones en la vigilancia de bancos marisqueros y bateas fue la Mancomunidade de O Salnés. De hecho, en alguno de los Planes Integrados de Emprego que ha acogido el ente en los últimos años se ha llegado a impartir alguno de estos cursos de pilotaje de drones para vigilancia. El ente, con Gonzalo Durán todavía al frente, llegó a experimentar con la posibilidad de drones submarinos para controlar la producción de las bateas, un proyecto que no acabó cuajando. En el caso de A Illa, la Cofradía ha formado a uno de sus vigilantes en el pilotaje de drones y bajo su mano estará el aparato. “Tenemos un titulado, que es José Ángel Santos, el encargado de los vigilantes y patrón de la lancha, y que ahora se encargará también de este servicio”, explica Millán. El patrón mayor de A Illa insiste en que “nos va a dar un fondo de maniobra muy amplio, gracias a su gran operatividad”. Todos esos beneficios, esperan en el pósito, podrán apreciarse en el plazo aproximado de quince días o un mes, cuando lleguen todas las autorizaciones que han solicitado.

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