“Hoy cicatrizamos los tejidos dañados, pero en el futuro lograremos regenerarlos”

–En la cirugía plástica conviven dos grandes grupos, la reconstructiva y la estética. ¿Esta última todavía eclipsa a la primera para el gran público?

–Así es, aunque es algo que está empezando a cambiar. Cada vez hay más especialistas en los hospitales públicos y la sociedad demanda más las terapias reconstructivas, no solo después de una enfermedad oncológica o de un traumatismo. Hoy, por ejemplo, está plenamente aceptado que en el caso de un cáncer de mama, la paciente no solo tiene derecho al tratamiento oncológico sino también a la reconstrucción mamaria.

"Las cirugías estéticas más demandadas son las de mama y las rinoplastias"

–¿Cuáles son las cirugías estéticas más demandadas por la sociedad? ¿Han variado con respecto a las que se hacían mayoritariamente en los años 80 o 90?

–Las cirugías más demandadas son las de mama, y eso no ha cambiado. También las rinoplastias (operación de nariz), tanto en mujeres como en hombres. Los varones se operan cada vez más, y muy particularmente demandan las cirugías faciales. Hoy en día también son muy comunes las liposucciones. Empezaron a hacerse en los años 70, y en la actualidad ofrecen unos resultados mucho mejores.

–¿Siguen teniendo las terapias estéticas el aura de elitismo y exclusividad económica de hace años?

–Es cierto que se trata de cirugías para mejorar y que se hacen de forma particular, en clínicas privadas. Es, entre comillas, un artículo de lujo. Pero hoy en día somos más cirujanos plásticos, con lo que la oferta es mayor y este tipo de técnicas se han ido democratizando.

–¿Existe intrusismo profesional en su especialidad?

–Sí, rotundamente. Es importante que cuando una persona vaya a someterse a una intervención plástica se informe antes del procedimiento médico que se le va a hacer y de la cualificación del profesional que lo va a llevar a cabo. Lo primero que debe exigir el paciente es conocer la cualificación del profesional. Ha de tener un título oficial, estar adscrito a un colegio médico y disponer de un seguro.

"Lo principal es la recuperación funcional, porque de nada nos sirve una mano que estéticamente esté bien, si no es funcional"

–La reconstrucción de los senos es probablemente la intervención más conocida ¿Es la más habitual en la sanidad pública?

–Es una de las que más hacemos en el ámbito hospitalario, pero actuamos ante muchos tipos de tumores, en cualquier localización del cuerpo, que requieran de una reconstrucción tanto funcional como estética.

–¿En qué medida le cambia la vida a una persona tras someterse a una terapia de reparación?

–La vida le cambia cuando se enfrenta al diagnóstico. Nosotros lo que intentamos es paliar las secuelas. Lo principal es la recuperación funcional, porque de nada nos sirve una mano que estéticamente esté bien, si no es funcional. Hay que combinar ambas.

–¿Cubre la Seguridad Social todo tipo de acciones de cirugía reconstructiva o es necesario ampliar el catálogo?

–Como en cualquier otra ciencia, los avances van antes que los cambios administrativos. Las nuevas técnicas son bien recibidas siempre y cuando demuestren su eficacia, pero evidentemente pasa un tiempo entre la aparición de una técnica y su aprobación terapéutica. En todo caso, aquí en Galicia las nuevas técnicas están siendo incorporadas de forma casi inmediata al catálogo de intervenciones del Sergas.

–¿Qué avances en esta materia se esperan en un horizonte de diez o quince años?

–Hay un aspecto que será importante en los próximos años, y no solo para la cirugía reparadora, que son las terapias regenerativas, la capacidad de crear nuevos tejidos mediante las llamadas células madre. Hoy en día podemos cicatrizar un tejido dañado, pero el objetivo de estas investigaciones es regenerarlo. Hoy todos los caminos van hacia las terapias regenerativas.