Es la última romería del año en la comarca de O Salnés y casi siempre le toca desafiar a las condiciones meteorológicas que reinan a finales del mes de octubre. San Simón, en la parroquia vilanovesa de Baión, sigue siendo una de esas citas ineludibles para todo buen amante de la gastronomía tradicional, un templo en el que degustar un buen pulpo á feira bien regado con la primera cosecha de tinto “país”.

No fue una jornada muy atractiva en lo meteorológico, aunque durante el mediodía, cuando la mayor parte de los comensales acudieron a San Simón, no llegó a llover. De todas formas, las pulperías contaban con toldos para proteger a los comensales y poder degustar con tranquilidad el pulpo o un buen churrasco. La mayor parte de los comensales del viernes acostumbran a ser compañeros de trabajo que deciden hacer un pequeño homenaje gastronómico en San Simón para despedir el verano y tener una celebración antes de la llegada de la Navidad.

Los actos religiosos arrancaron ya a principios de semana, con la celebración de varias novenas a las que asistieron, fundamentalmente, devotos de San Simón y vecinos de la parroquia vilanovesa. La mañana de ayer arrancó con el pasacalles de la charanga Noroeste, que animó a todas las personas que se acercaron al recinto de la fiesta, situado en una parcela del polígono industrial. En ese punto fue donde se concentró la mayor cantidad de personas, pero también en las inmediaciones de la capilla de San Simón, situada al pie de la PO-531. Desde hace años, la comisión de fiestas trata de trasladar toda la actividad hacia el polígono industrial, donde es mucho más segura para las personas que se acercan a la romería y se evita el riesgo de que pueda registrarse un accidente. Sin embargo, la presencia de la capilla lleva a que varios toldos se instalen en terrenos particulares en las cercanías de la misma, a lo que se suma la presencia de los tradicionales “rosquilleiros” situados a pie de carretera.

Las actividades vinculadas a San Simón continuarán en la jornada de hoy, con las degustaciones gastronómicas, en esta ocasión, protagonizadas por familias o grupos de amigos, y con una pequeña verbena algo alejada de lo que se celebraba en San Simón antes de que llegase la pandemia. Esa verbena la protagonizará la orquesta “La Oca Band”. El domingo será el día grande de San Simón, con el acto central de la misa solemne, que tendrá lugar en el campo de la fiesta a las 13.15 horas. Además, también está incluida la actuación de la Charanga Mil 9.